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Peugeot y Citroën responsabilizan al conductor de este fallo de fábrica si está fuera de garantía
Numerosos clientes denuncian la rotura temprana de una cadena que afecta a motores 1.5 diésel de modelos como el 3008, Rifter o Berlingo con 3 años y menos de 100.000 kilómetros: su reparación puede ascender a 5.000 euros
Que un coche de menos de 3 años y con solo 50.000 kilómetros tenga que renovar su motor al completo no es nada normal. Es lo que están denunciando numerosos conductores de vehículos Peugeot o Citroën con motor diésel 1.5. Al famoso dilema del Adblue se suma otro problema de fábrica que preocupa y mucho a los clientes del extinto grupo PSA (ahora Stellantis). La compañía sigue siendo foco de críticas por un fallo del que no se está haciendo cargo si los coches están fuera de garantía.
José María M. tiene un Peugeot 3008 del año 2019 con el que solo ha recorrido 80.000 kilómetros. “Noté un ruido en el motor. En el concesionario me cambiaron la bomba de agua, pero el ruido siguió igual. Lo volví a llevar y el mecánico me dijo que era normal. No me fie, así que lo llevé a otro concesionario. El problema estaba en la cadena de los árboles de levas”, cuenta.
Una cadena que no debería romperse
Como José Maria M., son muchos los conductores de coches Peugeot, Citroën u Opel que se han topado con este fallo mecánico. La cadena del árbol de levas es un elemento que forma parte de la distribución del motor y la que permite repartir el aceite y hacer que funcionen las bombas de combustible.
Muchos de los vehículos de Stellantis comprados en 2018 o 2019 cuentan con un diseño defectuoso de la cadena del árbol de levas que hace que se deteriore. En algunos casos, esta avería puede obligar a cambiar el motor entero, lo que supone reparaciones muy costosas que pueden llegar a los 5.000 euros. Aunque la marca no admite que hay un fallo de fábrica, sí que lo hace de forma indirecta al haber reforzado la cadena en los nuevos coches con un diseño más resistente.
El abandono de Peugeot y Citroën
No obstante, aunque Peugeot y Citroën se están haciendo cargo de algunas reparaciones, hay muchos clientes que se han visto desamparados por las marcas del grupo Stellantis a pesar de tratarse de un fallo de fábrica. Es el caso de Alejandro Cangas con su Peugeot 3008 del año 2018.
“Dicen que no estoy dentro de los 60 meses de garantía de piezas y que el cambio de motor lo tengo que abonar yo. El taller dice que tengo razón, pero Peugeot no contesta y me da largas. Si no me dan una solución voy a tomar medidas contra ellos”, cuenta Cangas a Consumidor Global.
Las “excusas” para no cubrir la reparación
Tal y como relatan en redes sociales y foros de motor los numerosos afectados por este problema, Peugeot y Citroën tratan de eludir responsabilidades con todo tipo de “excusas”. Algunos consiguen que sus reparaciones sean cubiertas en su totalidad por la marca, otros una parte proporcional y los más desafortunados tienen que afrontar la reparación al completo.
La importancia de pasar la revisión en un taller oficial
Otros como Julián M. sí que han conseguido que la marca asuma la reparación en su totalidad. “Tuve que insistir en el concesionario de que se trataba de una pieza defectuosa en la construcción del motor”. Este cliente asegura que “sudó la gota gorda”, pero que al final consiguió que se hicieran cargo de todo. “Conseguí todas las facturas de las revisiones, que además fueron en talleres del concesionario de Peugeot”, añade.
Y esto es importante, ya que pasar la revisión en un taller distinto al oficial puede acarrear problemas, como le ocurrió a Ignacio Gares. “Mi coche tiene tres años y se pasa de garantía. Da la casualidad de que el último mantenimiento no lo hice en la casa y me están poniendo esa excusa”, lamenta.
Stellantis lo achaca a un problema de mantenimiento
Fuentes del grupo Stellantis aseguran a Consumidor Global que “no existe ningún fallo de fabricación, la rotura de la cadena es la consecuencia de utilizar el motor con deficiencias en el sistema de lubricación del motor”, señalan. El grupo explica que hay que controlar la calidad y la cantidad del aceite, “ya que puede acelerar mucho la degradación de este”, derivando en la rotura de la cadena.
El grupo insiste en que esta avería está relacionada con el mantenimiento del vehículo y no con un fallo de diseño, a pesar de haber reforzado la cadena de los nuevos coches. Pero lo más sorprendente es que muchos de los vehículos que han sufrido el problema tenían en regla todas las revisiones en el taller oficial y aún así, se les ha roto la cadena. Finalmente, el grupo explica que para los casos fuera de garantía “se analizan uno a uno las posibles reclamaciones, aplicando cuando lo estima procedentes atenciones comerciales a sus clientes”, concluyen.
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