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Pagar 30€ por volver a entrar: el abusivo (e ilegal) suplemento de algunos festivales de música
Numerosos eventos obligan a adquirir una pulsera extra para poder acceder de forma ilimitada al recinto
Si algo ha dejado claro el calendario festivalero del verano es la cantidad de prácticas irregulares y abusivas que se dan en el interior de estos eventos. A prohibir entrar con comida y bebida del exterior o cobrar por el vaso y no permitir devolverlo y recuperar la fianza se suma otro cabeza de cartel: exigir hasta 30 euros para poder entrar y salir libremente del recinto, aún habiendo pagado ya un abono.
Se trata de una de las últimas argucias de los festivales para asegurarse ingresos adicionales, además de penalizar a los asistentes que quieran comprar comida o bebida fuera. El negocio es redondo. Vender un abono por 80 euros con el que solo se permite entrar una vez al recinto.
Cobrar por una pulsera de reacceso
Nada de salir a dar un paseo, al camping o a comer algo fuera y luego volver a entrar. Para ello hay que pagar, 5, 10 o hasta 15 euros al día según el festival. Y es que son muchos los eventos de este verano que han recurrido a este modelo de escasa ética y que poco se ajusta a la legalidad, tal y como señalan los expertos.
Algunos de los eventos que venden esa pulsera de reacceso son el Festival Internacional de Benicàssim (10 euros más gastos de gestión), Festardor en Sagunto (5 euros) y el Medusa o el Zevra de Cullera (15 euros al día o 30 por las tres jornadas). También lo ha hecho el polémico Reggaeton Beach en distintas ciudades de España por 25 euros por dos jornadas de festival.
Ilegal y discriminatorio
Entre abogados y expertos en derechos de los consumidores no hay duda. Se trata de una práctica “abusiva y desleal”. Así lo explica a Consumidor Global la abogada de Legálitas Araceli Durán. “El hecho de dejar o no volver a entrar al recinto no forma parte de la prestación de servicios de un festival y por tanto no se debe cobrar por ello. Dejar pasar al que tiene más dinero supone una conducta discriminatoria y desleal”, sentencia la jurista.
Según Durán, cobrar el reacceso vulnera varios puntos de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, como es ofrecer “cláusulas abusivas que van en contra de las exigencias de la buena fe y limitando los derechos del consumidor”, añade esta especialista. Coincide con Jorge de Gonzalo, abogado de UB Consultores. “Se entiende que esta práctica no cumple la buena fe y está orientada únicamente a incrementar sin justificación las ganancias del festival en sí, sin que exista contraprestación. Bajo mi criterio esta medida es totalmente abusiva y desequilibrada”, afirma De Gonzalo a este medio.
Se puede reclamar
En la misma línea opina la abogada Rosana Pérez Gurrea. “Es una práctica abusiva porque vulnera el artículo 82 de la ley de consumidores y usuarios al imponer de forma unilateral por las empresas promotoras un sobrecargo que no está justificado”, detalla a Consumidor Global la vocal de la Subcomisión sobre Derechos de los Consumidores del Consejo General de la Abogacía Española.
En opinión de Pérez Gurrea, estas prácticas se siguen realizando porque no se reclama lo suficiente y porque en muchos casos “las sanciones son irrisorias y no tienen un efecto disuasorio”, expone la abogada, que invita a reclamar a todos aquellos usuarios afectados.
Los promotores justifican la medida
Consumidor Global se ha puesto en contacto con varios festivales que aplican este sistema, pero solo se ha obtenido respuesta por parte del Festardor, que se celebrará el próximo mes de octubre en el puerto de Sagunto, Valencia. Este festival defiende que “no todo el mundo utiliza la opción de entrar al recinto para después volver a salir las veces que considere, pues en el recinto están cubiertas todas las necesidades de los asistentes”.
Fuentes de la organización de este evento justifican que esa recirculación genera un gasto adicional al festival en incrementos de personal de seguridad para el control de la misma o personal de limpieza por los botellones de los alrededores. “Este gasto extra debe pagarlo quien lo utiliza, no debemos incrementar el precio de la entrada a todo el mundo para costearlos, pues sería injusto, sino solo a aquellos que libremente deciden utilizar ese servicio, esa es la finalidad del reacceso”, concluyen.
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