El sector de la automoción se encuentra a la deriva, colgando de un hilo por las continuas caídas de las ventas de automóviles. Comprarse un coche ya no es una prioridad, sino que se ha convertido en un gasto prescindible y todavía más si se vive en una ciudad. Desde el pasado año las ventas de vehículos descienden a un ritmo vertiginoso, de hecho la matriculación de turismos y todoterrenos sumó en agosto 47.584 operaciones, el 28,9 % menos que un año antes y la cifra más baja desde 2014.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ya advirtió a finales de marzo de este año que la recuperación de los volúmenes de ventas de coches previos a la pandemia de coronavirus "tardará al menos un año más de lo previsto en llegar, no antes de 2023". Pero, ¿cuáles son las causas reales de este declive tan drástico?
Confusión en la legislación
Son muchas las razones del descenso en las ventas de automóviles. Por un lado, está la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus que ha hecho peligrar el salario de muchas familias. Por otro lado, existe una “confusión generalizada en cuanto a la legislación actual, es decir, sobre qué coche comprar y cuál no”, considera Emili Vizuete, profesor de economía de la Universidad de Barcelona y experto en consumo.
Este verano, la Comisión Europea propuso la prohibición de la venta de coches y furgonetas que emitan dióxido de carbono (CO2) a partir de 2035. Esto incluye vehículos de gasolina, gasoil e híbridos. Sólo en España este tipo de vehículos representaron el año pasado el 93 % de las ventas. A juicio de Vizuete, en este momento, “o te compras un diesel y lo amortizas en los siguientes diez años o apuestas por un eléctrico que no sabes muy bien cómo te saldrá, ya que todavía es un mercado muy incipiente”, explica este experto.
El renting, el nuevo aliado
Ante este confuso panorama, cada vez son más los consumidores que deciden comprarse un coche mediante renting. En la actualidad, un 24,81 % de las matriculaciones proceden de vehículos con este tipo de financiación, mientras que en septiembre de 2020, era del 20,25 %.
“Es curioso, porque antes el renting era un modelo que aplicaban los bancos, pero ahora en el sector de la automoción lo hacen los propios concesionarios, ya que es la única manera de garantizar la venta”, destaca Vizuete. De hecho, según la Asociación Española de Renting, uno de cada cuatro españoles utiliza este método para renovar su vehículo. Y los coches propulsados por energías alternativas --eléctricos, híbridos y de gas-- suponen un 27,39 % de las ventas en este sector, casi un 10 % más que el año anterior.
Los jóvenes ya no conducen
“Los jóvenes de ahora no conducen porque no tienen salarios que les permitan hacer este tipo de gastos”, explica Vizuete. De hecho, las nuevas generaciones ni siquiera tienen el carné de conducir. El pasado agosto Uber publicó un estudio en donde aseguraba que solo el 58 % de los jóvenes nacidos a partir de 1995 tienen carnet de conducir, frente al 80 % de sus padres, con la misma edad.
Desde 2011, la tasa de permisos de conducir registrados en España ha bajado en prácticamente todos los grupos de edad. Unos nuevos hábitos que invitan a pensar que vienen tiempos duros para la industria del automóvil. “El coche es libertad y, si circular en las ciudades diera más ventajas que inconvenientes, muchos acabarían comprándose uno”, concluye Vizuete.