Ser madre es una de las decisiones más importantes para una mujer. Hasta no hace tanto, una pareja de mujeres tenía que decidir en cuál de las dos recaía el proceso de la reproducción asistida. Pero eso ha cambiado con el método ROPA.
“Consiste en un tratamiento de maternidad compartida, donde una de las mujeres dona sus óvulos y la otra es la gestante”, explica la doctora Miren Mandiola, directora de los Laboratorios de Reproducción Asistida y Genética del Grupo Hospitalario Quirónsalud en Gipuzkoa y Navarra. Pero, ¿qué parejas pueden solicitarlo y cómo se realiza este tratamiento?
Es obligatorio que ambas mujeres estén casadas
Para poder ser madres a través del método ROPA es necesario que las dos mujeres estén casadas. Esto se debe a la Ley 13/2005 que equipara los matrimonios homosexuales con los heterosexuales. “Esta normativa nos permite la cesión de gametos entre los miembros de una pareja de mujeres casadas”, señala Mendiola.
Este tratamiento está pensado para matrimonios que desean que ambos cónyuges estén involucrados al 100 % en el proceso. De esta manera, las dos personas estarán conectadas biológicamente con el bebé.
Fases para la madre donante
Este tratamiento está dividido en dos partes: por un lado, el proceso para la mujer que dona los óvulos; y, por otro, para la gestante. El proceso de la donante también se divide en dos fases. Y primero se realiza la inducción de ovulación. "Se estimula al ovario para conseguir la maduración de varios óvulos a la vez y evitando la ovulación natural. Durante los 10-12 días de medicación se realizan entre 3 y 5 controles para comprobar la evolución y determinar el momento más adecuado para extraer los óvulos. Cuando confirmamos que la mayoría de los folículos ováricos tienen un tamaño de entre 17 y 20 milímetros, se extraen", explica la doctora.
La segunda fase es la de la captación ovocitaria. “Se realiza una punción de los folículos ováricos para aislar los óvulos. Este acto quirúrgico, aunque de duración breve, se realiza bajo algún tipo de anestesia para que la paciente no sienta ningún tipo de dolor. Se realiza de forma ambulatoria, permaneciendo 2 o 3 horas en la Unidad de Reproducción", detalla Mandiola.
La fecundación de la madre gestante
Una vez obtenidos estos óvulos, y antes de implantarlos en la madre gestante, deben pasar por el Laboratorio de Reproducción Asistida. Allí se identificarán a través del microscopio los ovocitos obtenidos en la punción. Después, se aislarán, se clasificarán y serán procesados para la realización de la técnica la fecundación in vitro o la inseminación artificial con el fin de formar los embriones que posteriormente se transferirán al útero de la gestante.
Antes de implantar el embrión en la donante se debe preparar el útero para elevar las posibilidades de embarazo. “La transferencia embrionaria se puede realizar tanto con ciclos naturales como con ciclos controlados. Una vez comprobado que el endometrio es adecuado, se añadirá progesterona y se programa la transferencia embrionaria. Esto consiste en la introducción del embrión a través del cuello del útero. La paciente mantendrá reposo durante 24 horas en su domicilio y esperará la realización de un análisis que confirme la gestación”, matiza la doctora.
¿Cuál es la mejor edad para el método ROPA?
Según detalla la directiva, lo más conveniente es hacer este proceso en edades en las que la reserva y calidad ovocitaria de la mujer donante sea la mejor posible.
“Por lo tanto, cuanto más joven sea, mejor serán los resultados obtenidos en las tasas de gestación. Igualmente, deberemos haber comprobado con los estudios correspondientes las adecuadas condiciones y posibles riesgos de la mujer que llevará la gestación”, destaca Mendiola.
Un método cada vez más usado
El uso de este tratamiento ha crecido en la última década. Ha pasado de no haber casos en España a ser algo habitual. “Antes las parejas de mujeres no se animaban tanto y recurrían antes a las inseminaciones, pero ahora que son más conscientes de esta posibilidad se ha notado”, señala la especialista.
La doctora Mendiola confiesa, por otra parte, que este método es un poco más costoso que otros tratamientos de fertilidad. “Es más caro porque es más complejo si lo comparamos con unas inseminaciones artificiales”.