Cuando Madonna visitó España por última vez, allá por 2015, la industria del directo ya manejaba cifras muy elevadas y la promotora más importante del mundo, Live Nation, tenía muy claro que el nuevo negocio de la música estaba ahí, en los grandes conciertos de estadios. Ocho años después, la reina del pop actuará en Barcelona y la venta de entradas para sus conciertos del 1 y 2 de noviembre no ha estado exenta de polémica. Para abogados y expertos en derecho de los consumidores, la actuación de Live Nation ha supuesto una “anomalía legal”, un “engaño” y una “mala práctica jurídica”.
Todo empezó el pasado 17 de enero cuando la cantante norteamericana anunció su nueva gira The Celebration Tour y el paso de esta por Barcelona. Ese día se dispararon las alarmas tras la publicación de los elevados precios y los gastos de gestión que tendrían las distintas entradas. Desde 40 euros hasta los 300 euros por las entradas estándar e incluso 900 euros para paquetes VIP. Los gastos de gestión oscilan entre los 5,50 euros y los 120 euros, en función de la entrada.
‘Atraco a entrada armada’
Estos precios elevados, tanto de los tickets como de los gastos de gestión, generaron revuelo en redes, aun así, han sido miles las personas que han estado dispuestas a dejarse un porcentaje alto de su sueldo para ver a la reina del pop en el Palau Sant Jordi de la Ciudad Condal.
“Estamos ante un sector privado que tiene la libertad de poner los precios que quiera para una gira única y muy esperada como esta, además del incremento de costes que ha supuesto la situación que vivimos”, señala a Consumidor Global Tito Ramoneda, fundador de la promotora de conciertos The Project.
¿Qué es el suplemento Platinum?
No cabe duda. Pero, aunque es cierto que los precios se mostraron desde el anuncio del espectáculo, el día de la preventa en Ticketmaster los usuarios se encontraron ya en la ventana de selección de entradas sobre el plano del espacio un nuevo y misterioso suplemento llamado Platinum. Este extra llegaba incluso a duplicar el precio de partida de los tickets anunciados.
“El Organizador del Evento ha tasado estas entradas de acuerdo a su valor de mercado. Las entradas no incluyen paquetes VIP. La disponibilidad y los precios están sujetos a cambios”. Esta es la única información que se daba a los usuarios sobre ese nuevo precio. Cabe destacar que esas entradas, de unos 120 euros y de grada, no son paquetes VIP, como ya se detalla en el propio mensaje. Entonces, ¿qué es la categoría Platinum?
Pagar el doble por una entrada
“Esa es la pregunta que nos hacemos todos”, cuenta a este medio Sonia A., una de las miles de personas que trató de comprar una entrada para uno de los shows. “Intenté comprarlas en la preventa para usuarios de Live Nation. Estuve desde las 10h y unos 10 minutos en cola virtual y la sorpresa fue que cuando me tocó no había nada”, describe esta joven.
Todas las entradas que había disponibles tenían esa etiqueta extra denominada Platinum. “Daba igual el sector y zona, todas tenían esa denominación y la verdad, me pareció una tomadura de pelo pagar 400 euros por una entrada en el sector 115 (uno de los más alejados del escenario)” cuenta.
“Un servicio abusivo y mala práctica jurídica”
“Un suplemento debe ofrecer un servicio extra y tiene que estar detallado y explicado. Cambiar el precio a medio camino de compra es una mala práctica jurídica”, sostiene la abogada especializada en derechos de los consumidores Henar Hernández, de Legálitas. En este sentido, el abogado de Círculo Legal Antonio Pastor recalca a este medio la importancia de detallar con toda claridad qué es y qué significa cada cargo añadido a una entrada.
“Aplicar esos suplementos sin especificar las diferencias entre una entrada y otra supone un servicio abusivo porque no está en orden al mercado ni a efectos económicos que se incremente el servicio”, cuenta el jurista, y añade que esta estrategia de Live Nation “no se acomoda a la legalidad” porque “siempre hay que informar de las implicaciones que tiene cada partida de gastos”.
Modelo de precios dinámicos
Live Nation y Ticketmaster siguen un modelo de venta de precios dinámicos para sus grandes espectáculos. Esto significa que el valor de cada ticket puede cambiar en función de la demanda. Esta parece ser la explicación detrás de ese eufemismo llamado Platinum que se utiliza para inflar el precio de la entrada, ya que Live Nation se mantiene en silencio ante las preguntas de Consumidor Global. “Nosotros no aplicamos el precio dinámico, todo el mundo sabe lo que va a pagar desde el primer momento”, señala el presidente de The Project,Tito Ramoneda, aunque comprende la decisión empresarial de cada compañía.
A diferencia de Live Nation, Ticketmaster sí ha respondido a las preguntas de Consumidor Global. La compañía se mantiene al margen del establecimiento de precios del evento y señala al promotor (Live Nation) como único responsable, que también es la empresa matriz de Ticketmaster. “Las tiqueteras lamentablemente no podemos valorar el tema de precios Platinum. La fijación de estos es una decisión que viene desde el promotor y el artista, Ticketmaster sólo hace viable la transacción”, aseguran a este medio fuentes de la compañía.
El pastel es de Live Nation
“Live Nation sabe que tiene un producto único, que la demanda es tan alta que pida lo que pida de dinero, los fans lo van a pagar. Es la gallina de los huevos de oro”, sostiene a este medio Jordi Oliva, experto en industria musical y profesor de la UOC.
“El Platinum es un suplemento que se han sacado de la manga porque el modelo de negocio dinámico da mucho más dinero de esta forma”, critica Oliva. “Es una estrategia que no está justificada y que al final es injusta con el cliente final. Se saca partido a una oportunidad y la gente acaba pasando por el aro por ese factor emocional que implica todo lo relacionado a la música”, concluye el profesor.