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El infierno de Podo: contratar luz y gas sin saberlo y sufrir “amenazas” para pagar facturas falsas

Numerosos clientes de la compañía denuncian que reciben cargos por consumos no realizados incluso después de haber cancelado el servicio

Alberto Rosa

Una mujer revisa una factura errónea de luz y gas de Podo / CG

A mediados de junio de 2023, Dani Pérez recibió una llamada de un número desconocido. Al otro lado del teléfono alguien le pidió que confirmara si los datos que tenía sobre él eran correctos, a lo que él respondió que sí. Pasados unos días, recibió una serie de correos de una empresa de luz y gas llamada Podo que incluían un contrato firmado por él. Le acababan de dar de alta en su servicio sin haberse dado ni cuenta.

Podo es una comercializadora de luz y gas que presume de ofrecer tarifas baratas y de ser 100 % verde. Sin embargo, su largo historial de quejas y reclamaciones no deja en buen lugar a la compañía. El de Dani Pérez es solo un caso entre cientos de los que hay expuestos y denunciados en redes sociales y portales de opinión como Trustpilot.

Los contratos fantasma de Podo

“Básicamente me hicieron un contrato fraudulento sin yo dar mi consentimiento para nada y recibí un correo de Naturgy, la empresa que tenía, diciéndome que habían dado de baja el suministro”, expone Pérez a Consumidor Global. Este usuario estuvo 3 meses con Podo y denuncian que le cobraban “los importes que les daba la gana”.

Un cable, dinero y una factura de la luz / EP

“Yo no gastaba tanto como para que me cobraran 88 euros de factura de luz, así que me di de baja el 18 de agosto”, relata. Cuando Pérez pensaba que había terminado su calvario con Podo, el día 3 de octubre recibe una serie de llamadas “amenazantes” para exigirle 300 euros por haberse dado de baja antes de 1 año. “Se ve que era lo que ponía en ese contrato que yo no había firmado”, recuerda indignado.

30 euros de luz en un día

Pérez se negó a pagar ese importe y el 11 de octubre recibió un correo de una supuesta factura de Podo en la que se reclamaban 30 euros. El periodo era del 19 de agosto al 19 de agosto, de un día, y después de haber dado de baja el servicio solo unos días antes, el 16 del mismo mes.

“Es imposible que consuma 30 euros de luz en un día. Igualmente, ya no estaba con ellos en esa fecha. Es absurdo”. Ante estos correos y comunicaciones, Pérez informó a su banco para que no le cobraran nada que viniera de Podo. A las dos semanas del rechazo del banco a la “factura inventada”, empiezan a llegar a su buzón electrónico correos de la comercializadora con el asunto “IMPORTANTE: Segundo rechazo en el cobro de tu factura Podo”.

Empresas de recobro y acoso por pagar facturas falsas

Cuenta Pérez que recibió hasta 20 notificaciones como esta, una cada día. Incluso leyó una que comparte con este medio en la que la deuda que se especificaba era de 0 euros. “Eso era cierto, pero se ve que se habían equivocado porque al día siguiente me mandaron el mismo correo con otra cifra inventada”, explica.

Uno de los correos "amenazantes" de Podo / CG

Este usuario se mantiene firme en su postura de no pagar por algo que no le corresponde. Es por ello que en los últimos días está recibiendo correos electrónicos de la empresa de recobros Collecta. “Me amenazan con llevarme al juzgado si no pago ese recibo. Es alucinante. Aunque sean 30 euros, me niego a pagar por una factura inexistente. Son unos estafadores”, recalca. Además, señala que recibe llamadas a diario de teléfonos que empiezan por el prefijo 621.

Facturas de más de 1.000 euros

Otro caso similar es el de Elvira Jiménez, que acusa a Podo de “ladrones” por cobrar consumos no realizados. “Me di de baja en enero y me siguen queriendo cobrar facturas de más de 1.000 euros. Reclamé a Consumo, le dieron una respuesta falsa para que pareciera que todo estaba correcto”, denuncia. Al igual que Dani Pérez, Jiménez sigue en lucha constante con la compañía y alega recibir amenazas de la empresa de recobros Collecta.

A Marina Martínez llevan tres años reclamándole una factura falsa. “Estuve dada de alta durante 10 horas en la compañía y pretenden que pague 80 euros. Obviamente no he pagado esa cantidad y esta semana me llega una carta notificando que estoy en el fichero ASNEF”, relata. Martínez cuenta que ha conseguido demostrar que se encuentra en ese registro de morosidad de manera “injusta” y ya la han eliminado. “No hay que dejarse engañar por esta compañía fraudulenta”, concluye. Consumidor Global ha requerido a Podo su postura ante estas denuncias, pero no se ha obtenido respuesta al término del reportaje.