Son las siete de la mañana y los habitantes del pueblo de L'Espluga de Francolí (Tarragona) se empiezan a despertar tranquilamente escuchando de nuevo el sonido del agua cayendo del grifo del lavabo mientras se lavan la cara. Parece algo cotidiano, pero lo cierto es que desde hace unos días sufren la limitación de este bien tan natural debido a la sequía que está afectando ya a varios pueblos en todo el territorio nacional.
El Ayuntamiento del municipio acordó, desde el 17 de agosto, cortar el suministro de agua potable desde las 22:00 horas hasta las 7:00 horas. “Ya llevaban varios días avisándonos de que los depósitos municipales estaban bajo mínimos y que fuéramos haciendo un consumo restringido, ya que ésta baja de la misma montaña. Cuando pasan estas cosas se traen camiones cisterna para llenar el depósito municipal”, comenta a Consumidor Global María del Carmen Perdigón, vecina de este pueblo. Los ciudadanos afectados por estos cortes explican, ante tal situación, los trucos que usan para ir, por ejemplo, al baño por la noche.
Cómo sobrevivir a la sequía y a los cortes
“Nosotros tenemos la suerte de disponer de unos depósitos en la comunidad de vecinos, para poder, como mínimo, lavarnos los dientes, la cara o las manos. Pero si no los tienes, pues no puedes hacer casi nada. Ni siquiera ducharte, llenar una olla para hacer unos macarrones o un caldo a partir de la hora del cierre”, destaca Perdigón. Esta residente explica que, tras las 22:00 horas, usan botellas o guardan cubos llenos de agua recogida durante el día para sobrevivir dignamente por la noche.
Perdigón explica que ella y su familia la almacenan en un par de pequeños barreños para ir al baño durante las horas en las que los grifos de L'Espluga de Francolí permanecen cerrados. “Llenamos dos cubos por si hay una urgencia y alguno de nosotros tenemos que ir al váter, aunque intentamos aguantar sin ir durante estas horas. Además, tampoco podemos usar mucha agua porque si no, no sirve de mucho el corte”, señala.
Algunos pueblos ya ponen sanciones
En Castilla y León, concretamente en el municipio de Barruelo de Santullán, su alcalde, Cristian Delgado, comunica a este medio que a finales de julio ya comenzaron a avisar y a detectar que las reservas estaban bajando debido a que entraba mucha menos agua mientras su consumo se disparaba en plena época estival. “La población se multiplica por cinco en verano. En este sentido, ya se estableció una primera restricción, basándonos en una ordenanza reguladora del buen uso de este bien, en la que se establecen prohibiciones cuando hay escasez. Por ejemplo, no se pueden regar jardines, huertos, llenar piscinas o lavar coches, entre otros”, concreta.
En este pueblo las limitaciones son más exigentes que en el municipio catalán, pues el el cierre de los grifos va desde las 20:00 horas a las 8:00 horas del día siguiente. “Estas restricciones llevan desde el 10 de agosto operativas, pero, desgraciadamente, a lo largo de la última semana, debido a esa merma de las reservas hídricas de nuestro municipio y también debido a los comportamientos irresponsables de algunos vecinos y visitantes que contravienen esas normas, ya se están imponiendo las sanciones correspondientes, que van desde los 750 a los 3000 euros”, destaca el regidor de Barruelo de Santullán.
Los bares se quedan sin fregar los platos
En este mismo pueblo se encuentra el bar El Tomillo, cuyo dueño señala que lleva bastante mal estas limitaciones y cortes por la sequía. “Perdemos dinero, ya que nos quedamos sin repartir algunas cenas por la falta de agua e incluso sin fregar los platos manchados por los últimos clientes”, se queja este gerente –que prefiere no revelar su nombre–. No obstante, él mismo reconoce que estas medidas son necesarias para sobrellevar la situación que atraviesan.
Para sobrellevar la situación, utilizan la estrategia de llenar cubos para tener su pequeña reserva cuando el sol se esconde. “Procuramos no utilizar el lavavajillas, y fregar más a mano”, señala. Por su parte, también confiesa a este medio que cuando sobra alguno de estos recipientes al terminar la jornada se lo lleva a casa para su uso particular.
La mayoría de afectados responde bien a las medidas
En Sanxenxo (Galicia), desde el ayuntamiento trasladan a Consumidor Global que en estos momentos y debido a la situación del río Lérez, una de las principales fuentes de abastecimiento del municipio, han puesto en vigor un bando con medidas que restringen el uso de agua, como prohibir el lavado de pies en la playa o regar el jardín. Además, se ha cerrado la piscina municipal y se ha eliminado el riego de los campos de fútbol haciendo uso de la red de abastecimiento municipal, desde el pasado 21 de julio.
“Sanxenxo multiplica por cinco e incluso seis su población en verano, superando los 100.000 habitantes, por eso la contención es en estos momentos clave para evitar medidas más severas como cortes de agua nocturnos que, afortunadamente, hasta el momento no se han tenido que hacer”. Además, cada semana los 5 ayuntamientos que “beben” del Lérez se reúnen con Augas de Galicia para analizar la situación del río que, por el momento, “se mantiene estable”, señalan desde el consistorio. No obstante, no descartan nuevas medidas ni posibles restricciones. Miran al cielo sin una respuesta clara, mientras otros miran ese grifo cerrado que espera hasta el amanecer para volver a brotar.