¿Compras el pollo en Lidl? Denuncian maltrato animal en una macrogranja de uno de sus proveedores

Un pollo con la cabeza al revés. Uno que se alza sobre el cadáver de un hermano. Comportamientos caníbales. Otra ave que agoniza. En pocas semanas, el cuerpo de estos pollos crece brutalmente --de 40 gramos a más de cuatro kilos en 40 días--. Un crecimiento antinatural que les causa deformidades y enfermedades. Un operario sacrifica a los que caen enfermos, retorciéndoles el cuello y propinándoles golpes contra los bebederos. Los que consiguen vivir, hacinados en la oscuridad de una inmensa nave de la localidad alemana de Haselünne (Baja Sajonia), acaban en el lineal del supermercado.

Todo esto se desvela en el reportaje de investigación llevado a cabo por la ONG Equalia --al que ha tenido acceso Consumidor Global-- y titulado “Escándalo de maltrato animal protagonizado por Lidl en Alemania”. Unas imágenes que hablan por sí solas y que la ONG quiere utilizar para presionar a la cadena de supermercados alemana para que se adhiera al Compromiso Europeo del Pollo. Es cierto que Lidl compra numerosos productos al proveedor a quien pertenece la macrogranja en cuestión, pero todavía no existe constancia de que estos pollos, en concreto, acaben en sus lineales. Aunque la cadena tampoco lo ha negado.

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Teo Camino

Una imagen vale más que mil palabras

El vídeo, grabado durante los últimos meses, desvela las condiciones de insalubridad en las que viven los 330.000 pollos de esta macrogranja. Incluso “se grabaron imágenes de un operario orinando dentro de la nave, lo que supone un riesgo para la seguridad alimentaria”, señalan desde Equalia, quienes aseguran que las imágenes también ponen de manifiesto la violencia que ejercen algunos trabajadores, lo que supone “una violación de la legislación alemana de bienestar animal”.

Las imágenes de esta macrogranja avícola vinculada a un proveedor de Lidl “evidencian la necesidad de hacer una transición hacia una cría de pollo con más bienestar animal, más sostenible y más saludable”, expone la directora de campañas de Equalia Julia Elizalde, quien explica que el crecimiento rápido de estas aves les causa sufrimiento e implica el uso prescriptivo de antibióticos, “lo que disminuye nuestra resistencia ante los mismos”.

El Compromiso Europeo del Pollo que Lidl ignora

Ante esta realidad, los principales supermercados en España ya se han unido al Compromiso Europeo del Pollo, “pero no es el caso de Lidl”, recuerda Elizalde. Por este motivo, Equalia, junto a las principales organizaciones europeas de protección animal, ha decidido iniciar una campaña para solicitar a Lidl que acabe “con esta crueldad innecesaria a nivel europeo”.

La campaña, llamada #LidlEscándaloAnimal, hace hincapié en la necesidad de reducir los graves problemas de salud y bienestar animal a través de nuevas medidas para el sector agrícola, entre ellas, el cambio de razas de crecimiento rápido --como las que aparecen en las imágenes-- por otras de crecimiento natural. Y es que “Lidl es uno de los pocos grandes supermercados que no se ha unido a la iniciativa”, denuncian desde la ONG.

La macrogranja en cuestión

Según ha trasladado Equalia a este medio, la macrogranja en cuestión está situada en la localidad alemana de Haselünne, su dueño es Johannes Harren, está operada por Rothkötter (Landgeflügel), proveedor vinculado a Lidl, pero no aparece en el listado de las granjas con las que trabaja la cadena de supermercados alemana.

Al preguntar a la cadena de supermercados alemana sobre qué relación guarda con esta macrogranja, fuentes de Lidl España aseguran a Consumidor Global que condenan "rotundamente" los abusos y el maltrato animal que muestran las imágenes y que han iniciado una investigación, pero no niegan que la carne de dichos pollos termine en los lineales de Lidl Alemania.