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Adblue, crónica de una odisea de talleres y silencios: "Es una salvajada lo que están haciendo"

Cada día son más los conductores afectados por este fallo de fábrica de vehículos diésel de marcas como Peugeot, Citroën y Opel que cuesta más de 1.000 euros, mientras los concesionarios se desentienden

Alberto Rosa

Un mecánico en un taller / UNSPLASH

Si eres conductor de un coche diésel de la marca Peugeot, Citroën u Opel fabricado después de 2015, probablemente la palabra Adblue te resulte muy familiar. Y es que este sistema diseñado para reducir emisiones continúa sumando afectados a lo que parece ya un problema sin solución.

Lo que debería de ser un mecanismo beneficioso para conductores y medioambiente se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza constante que se traduce en visitas repetidas al taller, altos presupuestos que tiene que pagar el cliente (unos 1.500 euros) y silencio por parte de los fabricantes. Estos se limitan a aplicar pequeños parches que no acaban con el problema, y solo si el coche está en garantía.

Un problema de fábrica

Agustín Fernández es uno de los muchos afectados que se ha encontrado con este fallo recientemente. A un mes de finalizar la garantía de dos años de su Peugeot e-Rifter, el testigo de luz le avisó que era necesario revisar el depósito de Adblue y acudir al taller. “Allá que fui, además aproveché para cambiar el aceite”, recuerda.

Un Peugeot e-Rifter afectado por el problema del Adblue / PEUGEOT

De esa primera visita en noviembre de 2022 le extrañó que en la factura no le especificaran la intervención sobre el Adblue. “No me dijeron nada de lo que hicieron, sólo me aparecía el cambio de aceite que pagué”, asegura este usuario a Consumidor Global. La otra factura, explica, se la quedaba el fabricante al ser una intervención en garantía que corría a cargo de Peugeot.   

Tres visitas al taller en cinco meses

Pero su odisea no acabó ahí. A los cinco meses, el coche volvió a sufrir el mismo problema y de nuevo saltó el testigo de revisión del depósito de Adblue. Esta vez, al estar fuera de garantía el taller le cobró 276 euros por cambiar el inyector del líquido de urea. “Me arreglaron lo mismo que cinco meses antes, no entendía nada, pero necesitaba el coche así que pagué y lo retiré del taller”, cuenta.

Dicen que no hay dos sin tres. No pasó ni un mes de la última visita cuando a principios de mayo volvió a saltar el mismo aviso. “Esta vez me dicen que hay que cambiar el sistema entero, unos 1.670 euros, pero que me aplican un 50 % de descuento cortesía de la casa”, cuenta el conductor con indignación.

Más de 1.000 euros

“Es una salvajada que solo con 43.000 kilómetros y con menos de dos años me toque tragar con todo esto y Peugeot se desentienda”, critica. Este consumidor se ha negado a reparar el vehículo y ha puesto una reclamación al grupo Stellantis (Peugeot, Citroën, Opel) y al taller oficial.

Factura de la última visita al taller de Peugeot / CEDIDA

La respuesta del concesionario es que no pueden hacer más descuento. “En resumen, me quieren cobrar 1.670 euros por una avería que de media es de 1.500 euros, menos el 50 % que aplica la casa, 835 euros”. A eso hay que sumar los 276 euros que tuvo que pagar por cambiar el inyector en su segunda visita al taller. En total, 1.111 euros y “les tengo que estar agradecidos por el descuento, es un disparate”, concluye Fernández. 

Mantenimiento y consejos

En las redes crecen cada día los foros y grupos de afectados en los que se comparten posibles soluciones para prolongar la vida de los vehículos dañados y evitar altos costes en taller. ¿Y dónde hay que poner especial atención si un vehículo tiene Adblue? Tal y como explica el mecánico y divulgador Ángel Gaitán, el inyector del depósito es “el elemento que más se va a ensuciar y más problemas va a generar”.

Testigo de luz que informa del problema del Adblue / CG

Y es que la mayoría de inconvenientes del Adblue vienen por la cristalización del líquido. “Los fabricantes dicen que no requiere mantenimiento, pero es importante limpiar el inyector porque, de lo contrario, se puede estropear el catalizador”, apunta el experto, que recomienda revisar ese elemento con frecuencia y limpiarlo con un trozo de metal.

Stellantis se desentiende

Desde el grupo Stellantis, propietario de Peugeot, Citroën y Opel, se han limitado a asegurar a este medio que sus marcas “garantizan absolutamente el cumplimiento de la vigente normativa en materia de consumo y emisiones”.

Además, añaden que la garantía que ofrecen a sus clientes tiene “coberturas superiores a las legalmente establecidas”. Una mera respuesta corporativa que de poco sirve para los miles de conductores que a día de hoy siguen sin una solución al problema y viviendo con el miedo de que en algún momento se encienda esa temida luz junto al volante.