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Día mundial del sándwich: ¿cuál es su origen?
Aunque los ingleses se atribuyen el mérito de inventar este tipo de bocadillo, su origen es mucho más antiguo y está relacionado con la cultura mediterránea
El día tres de noviembre se celebra el día mundial del sándwich. Cuenta la leyenda que John Montagu, IV conde de Sandwich, era muy aficionado al juego y las apuestas. Por ello, un día le pidió a su cocinero que ideara un plato que no interfiriera con su actividad. “¿Qué le gustaría?”, preguntó el sirviente. “Tráiganos tocino, huevo y mantequilla colocados en capas dentro de un pan egipcio”, ordenó el conde.
Al ver el emparedado, sus invitados le preguntaron qué era, y Montagu les respondió orgulloso: “Es un invento mío y se llama sándwich”.
El origen real
Montague no fue el inventor del sándwich; más bien, durante sus excursiones en el Mediterráneo Oriental, vio que en oriente se tostaba el pan de pita a la parrilla y que los griegos servían una especie de canapés muy parecidos a los sándwiches actuales.
Pero el Conde de Sandwich se llevó el mérito y convirtió este bocadillo en un plato muy popular entre la nobleza de Inglaterra.
El sándwich más rockero
El más clásico, el denominado sándwich mixto, está compuesto pan, jamón cocido y queso. Sencillo, económico y delicioso. Sin embargo, hay más vida después de este, porque el sándwich ante todo es un bocadillo versátil.
Elvis, el rey del rock, tenía uno propio, sus ingredientes eran pan de molde, mantequilla de cacahuete, beicon y plátano. Solo se debe untar en una rebanada la mantequilla de cacahuete y colocar sobre ella el beicon previamente pasado por la sartén, el plátano en rodajas y la otra rebanada de pan.
En Barcelona se comen bikinis
La Sala Bikini abrió sus puertas en 1953 en la Avenida Diagonal de Barcelona. La sala trajo muchas novedades a Barcelona. Una de ellas fue un bocadillo muy popular en Francia llamado Croque Monsieur y que era un bocadillo caliente de jamón york y queso.El problema fue que, en plena época franquista, los anglicismos y galicismos estaban mal vistos, lo que llevó a la gente que gestionaba el negocio en sus inicios, a llamarle «el bocadillo de la casa».
Afortunadamente, la fama del «bocadillo de la casa» del Bikini traspasó las paredes del local y la gente comenzó a pedirlo fuera de la Sala Bikini. Y lo que se comenzó pidiendo como «el bocadillo que hacen en el Bikini», fue evolucionando hasta llegar al «hazme un Bikini»