Según un estudio de Fotocasa, el 60% de los españoles reside en una vivienda de su propiedad. De ese porcentaje, el 16% tiene dos pisos o dos casas y el 4% posee tres o más. Muchos de ellos la utilizan como segunda vivienda en la que veranear, mientras que otros la alquilan para rentabilizarla.
Cuando el contrato termina, al acto simbólico que pone fin a la relación entre inquilino y propietario es la entrega de las llaves. Es un acto sencillo, pero lleno de trascendencia, puesto que, a partir de ahí, el propietario revisará el estado del inmueble y, llegado el caso, devolverá la fianza. Para llevar a cabo dicho trámite hay que redactar un modelo de rescisión del contrato de alquiler, que puede ser unilateral o de mutuo acuerdo.
Formas de presentar el documento
Tal y como recuerdan desde Idealista, el modelo de terminación del contrato (que puede ser de común acuerdo o de terminación unilateral de contrato) se puede presentar en formato PDF o en Word. Como no puede ser de otro modo, la rescisión de los contratos de alquiler, ya sea por parte del arrendador o del arrendatario, debe comunicarse en la forma y plazo marcados por la ley.
Y, a la hora de entregar las llaves, dice Idealista, lo más recomendable es que se firme un contrato de devolución de llaves, aunque no es algo demasiado habitual. A juicio de la plataforma, es una buena forma de curarse en salud.
El propietario se arriesga
“Con la legislación vigente, todos los temas relacionados con la propiedad y posesión de inmuebles son sumamente sensibles, es mejor no arriesgarse. Si el inquilino no devuelve las llaves al finalizar el contrato de alquiler, el propietario no puede acceder legalmente a su casa. Esto es así incluso si se ha acordado verbalmente, por correo electrónico o WhatsApp la finalización del alquiler”, dice la plataforma.
Si el inquilino desaparece con las llaves y el propietario entra en su casa sin contar con un documento que certifique que el piso es suyo y el alquiler ha terminado, las cosas podrían ponerse feas. En la misma línea, desde abogadosparatodos.net explican que "es fundamental que el propietario no se deje llevar por las emociones y tenga claro que si entra en la vivienda se expone a ser denunciado por el inquilino y tener que pagar las consecuencias penales de ese delito".
Burofax o demanda judicial
En estos casos, el propietario puede enviar un burofax en el que informe al inquilino de la finalización del alquiler y le recuerde su obligación de devolver las llaves, lo que dejaría constancia de la solicitud y podría servir como prueba en futuros conflictos.
Si el inquilino no responde el burofax, Idealista recoge la posibilidad de "interponer una demanda judicial para reclamar la devolución de la posesión". Tras hacerlo, habrá que esperar a que un juez dicte una sentencia para que el propietario recupere su vivienda. Por último, Idealista afirma que es aconsejable cambiar la cerradura.