El turrón es uno de los símbolos gastronómicos de la Navidad, y lo asociamos a momentos entrañables compartidos con familia y amigos. No obstante, no todo es dulce para los principales fabricantes.
Las empresas Almendra y Miel, Delaviuda Alimentación, Enrique Garrigós Monerris, Sanchís Mira, Turrones José Garrigós y Turrones Picó concentran más de la mitad del volumen de mercado. En 2016, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) señaló que estas seis empresas habían realizado prácticas anticompetitivas entre 2011 y 2013. Los fabricantes recurrieron y ahora la Audiencia Nacional les ha dado la razón, librándoles de una multa de 6,12 millones de euros.
Multa anulada cinco años después
Las empresas cuya multa había sido más abultada son Delaviuda Alimentación (casi 2,3 millones de euros) y Sanchís Mira (casi 3 millones). Para tomar su decisión, los jueces han sostenido que toda la documentación aportada por la CNMC (intercambio de información sobre precios, datos confidenciales) resultaba insuficiente para determinar que los fabricantes hubieran constituido un cártel.
Por ello, la Audiencia Nacional entiende que las marcas no buscaron repartirse el mercado entre las principales distribuidoras, como sostenía la CNMC.