Xavi Manresa (Tiketblok): “Es el comprador quien tiene que proponer cuánto vale una entrada”

En tiempos en los que el dinero que se paga por una entrada para un espectáculo es cada vez más elevado, los fans y asistentes habituales a conciertos piden a promotores y artistas precios más justos y razonables a la hora de comprar tickets. Eso, y la conocida reventa con innumerables estafas y precios aún más inflados, ha llevado a buscar nuevas ideas y sistemas para combatir la situación y dar con un modelo justo y seguro. Es lo que trata de ofrecer la plataforma Tiketblok.  

Detrás de ese proyecto se encuentra Xavi Manresa promotor y responsable durante 35 años de las visitas a España de grandes artistas internacionales como Green Day o Tom Waits. Ahora, este barcelonés ha lanzado junto a otros tres socios un sistema inteligente de venta de entradas en el que los consumidores deciden cuánto quieren pagar.

--¿Qué es Tiketblok?  

--Tiketblok es una plataforma de venta de entradas con un sistema agnóstico, esto quiere decir que nosotros no somos una tiquetera en sí, aunque podemos vender tickets de eventos sin numerar, sino que somos un add-on para las plataformas de entradas. Ofrecemos nuestro motor de precio de venta dinámico y el e-ticket o ticket electrónico. A través de ese modelo se identifica a todos los asistentes a los eventos, no sólo al comprador.

--¿Para qué artistas o conciertos recientes han trabajado?

--Hemos hecho bastantes eventos. Estamos más centrados en las tiqueteras y en ofrecerles nuestro software, pero por ejemplo hemos vendido las entradas de Manel o CNCO en Barcelona, un concierto que hicimos con la promotora Live Nation que nos quiso probar, además de otros artistas menores que han hecho giras por toda España y eventos deportivos.

--Uno de los problemas más preocupantes para el fan es la reventa. ¿Cómo evita Tiketblok la venta especulativa?

--Mira, lo que pasó el otro día con Coldplay con nosotros no hubiera pasado. Con nuestro sistema tenemos identificados a todos los asistentes y cada entrada va dentro de un solo móvil. Con el PDF puedes duplicar y revender tantas copias como quieras, pero con el e-ticket se identifica a cada comprador con DNI o fotografía. El código QR no se puede pasar a nadie, ya que va cambiando constantemente el fondo y diseño.

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--¿Por qué se están dando cifras tan elevadas en el precio de las entradas?

--Los eventos son finitos. En el Estadio Olímpico de Barcelona caben 50.000 personas y no cabe una más. La demanda es muy alta y hay que cubrir unas expectativas, un caché y una producción determinada. Yo entiendo que los precios pueden ser altos, pero insisto en que con nuestro modelo el precio puede salir más económico y dejar que la gente decida lo que quiere pagar libremente. Luego está el tema de la reventa. Una entrada para Beyoncé puede costar 150 euros, que es caro, pero es que en webs como Viagogo las están vendiendo por 600. Ahí hay alguien que sí que está ganando dinero sin ningún riesgo solo porque ha comprado entradas con bots. Eso sí que es muy malo para la industria y para las estafas.

--¿Cómo se puede luchar contra esas plataformas?

--Evitando que los tickets acaben ahí con un sistema como el nuestro. Cuando un promotor vende todas las entradas digamos que ya ha hecho su negocio y se lava las manos. De hecho, hay muchos a los que les da igual que sus entradas desaparezcan en reventa porque ya se han vendido al precio que ellos mismos marcaron. Ahora bien, nuestra filosofía es clara, si alguien está dispuesto a pagar más dinero por una entrada, ese dinero tiene que quedar en manos del artista, que al final es el que cobra y de los promotores. ¿Por qué tiene que ir a parar a un tercero como Viagogo?

--¿Cómo se consigue el precio justo para un ticket?

--Basándonos en las propuestas de la gente y teniendo en cuenta los parámetros que nos da el promotor del precio de inicio, a partir de ahí se resuelven las propuestas. Es evidente que un concierto que vale 30 euros y se está llenando y alguien propone 1 euro no va a conseguir la entrada. El sistema tampoco puede perjudicar al empresario. Por resumirlo, descubrimos el precio real de las entradas en tiempo real. Trabajamos con una idea clara, es el comprador quien tiene que proponer cuánto vale una entrada.

--¿Qué es el precio dinámico en las entradas de conciertos?

--En el caso de grandes empresas como Ticketmaster, los precios dinámicos se basan en unos factores como es la concurrencia de la web o la demanda y lo único que hacen es ir subiendo de forma unilateral para beneficiar al promotor o plataforma de turno.

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--¿Qué modelo propone Tiketblok?

--Con nuestro sistema lo que hacemos es preguntar al comprador cuánto quiere pagar por la entrada y en base a los parámetros que hay marcados en el sistema, el cliente puede conseguir o no las entradas al precio que sugiere. Por ejemplo, en el concierto que hicimos de CNCO con Live Nation, el 70 % de la gente compró sus tickets por encima del precio medio, el 15 % al precio recomendado y el otro 15 % por debajo de lo que costaba en realidad. Todo eso sin que nadie les forzara a nada, ellos decidían lo que estaban dispuestos a pagar.

--¿Cree que el fan acabará familiarizándose y entendiendo el precio dinámico?

--En todas las pruebas que hemos hecho nadie se ha quejado. Hemos hecho encuestas para comprobar las sensaciones y todo el mundo está satisfecho. Es un sistema muy intuitivo y fácil. Al final la gente está pagando lo que quiere y eso es una ventaja tremenda.

--¿Y los promotores?

--Lo cierto es que les cuesta cambiar un sistema tradicional. El promotor es un animal muy conservador, pero se acaba adaptando a los cambios, aunque lentamente. En el ámbito del deporte en cambio sí que hemos visto que están mucho más interesados y lo entienden más rápido porque les interesa llenar los estadios, aunque haya entradas más baratas.

--¿Cuál es el futuro de la venta de entradas?

--El futuro está en el ticket digital y en los precios dinámicos contando con la opinión del fan. Esos dos son básicos y fundamentales, no puede estar pasando lo que ocurre ahora, el ticket tiene que ser personal, como un billete de avión. Es una cuestión de seguridad y comunicación constante con el comprador.