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UPA reparte fresas de Huelva en la Puerta del Sol y reclama “competir en igualdad de condiciones”

Los agricultores denuncian que “no es normal es que en estos momentos nos encontremos en las tiendas productos que vienen de fuera de la UE”

Juan Manuel Del Olmo

Entrega de fresas en la Puerta del Sol de Madrid / UPA

La semana pasada se detectó en España una partida de fresas procedentes de Marruecos contaminada con Hepatitis, lo que alarmó a la población y motivó que algunas asociaciones exigieran al Gobierno medidas urgentes. Ahora, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha aprovechado el revuelo para mostrar las virtudes del producto local. Así, ha repartido en la Puerta del Sol de Madrid más de 2.000 tarrinas de fresas de Huelva. Los viandantes afortunados han podido disfrutar de unas frutas “sanas, seguras y sostenibles”.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha hablado con Consumidor Global.

-Las fresas que ustedes han repartido han volado. ¿Cómo valoran la respuesta de la gente?

-Creemos que ha sido una buena iniciativa, es bueno que se haya repartido tan rápido porque era un producto de primerísima calidad. Lo que queremos con esta campaña, lógicamente, es poner en valor los productos que producimos en nuestra tierra. Ahora mismo nos encontramos en plena campaña de recolección de la fresa, y lo que no es normal es que en estos momentos nos encontremos en las tiendas productos que vienen de fuera de la Unión Europea. Creemos que eso supone una competencia desleal, y que así lo deberían recoger los acuerdos comerciales que se hagan con terceros países, porque además tenemos dudas de los métodos de producción que se emplean dichos países.

Tarrinas de fresas de Huelva / EP

-En ese sentido, ¿qué papel juegan los controles?

-Son muy relevantes. Es cierto que están aumentando los controles y, de hecho, si se ha detectado una partida que venía en malas condiciones y no ha llegado a los consumidores ha sido por los controles, de modo que hay que verlo como algo positivo. Partiendo de ahí, nosotros reclamamos que tenemos que competir en igualdad de condiciones.

-El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, aseguró que la Comisión Europea había “rebajado la alarma". ¿Cree que la respuesta del Gobierno tras la detección de la partida contaminada fue lo suficientemente contundente?

-Debería ser más normal que se detectaran productos de fuera que no se producen bajo las mismas normas que nos exigen a nosotros. Si se empiezan a ver estos casos, creo que no hay que minimizar el tema, a pesar de que se suele decir que estos casos pueden generar alerta o provocar que baje el consumo. La gente lo que tiene que tener es la tranquilidad de saber que, si viene un producto en malas condiciones, se va a detectar.

Por eso, el consumidor debe saber que aquí tenemos fresas realmente sostenibles, producidas con las normas que se han establecido dentro de la UE, que son muy duras, porque ya nos han prohibido utilizar montones de productos fitosanitarios o fertilizantes. Es un producto de primerísima calidad. La fresa que hemos dado hoy aquí se recolectó ayer por la mañana, y hoy ya puede estar en la casa de cualquier ciudadano.

Un comprador con unas fresas / FREEPIK

-¿Cree que lo ocurrido con las fresas contaminadas puede repetirse con otro producto, es decir, que se encuentren nuevas frutas o verduras contaminadas?

-Lo que hay que hacer es controlar sanitariamente todas las partidas que vengan de fuera. Si fuera se utilizan productos que aquí no están permitidos, tendrán esos residuos o esos componentes perjudiciales. Así que claro que puede pasar. Pero, sobre todo, también hay que intentar que no coincidan en la misma época en la que nosotros estamos recolectando.

-El año pasado, el Consejo de Europa alertó de las malas condiciones de los trabajadores migrantes del sector de la fresa en Huelva. ¿Cree que esto puede afectar a la percepción del cliente y provocar que el consumo descienda?

-Estas cuestiones, desde luego, pueden producir cierto rechazo, pero debo decir que esas no son las condiciones que hay, en general, en la provincia de Huelva, donde la inmensa mayoría de las explotaciones tienen muy buenas condiciones para los trabajadores que vienen todos los años. Yo he estado visitando las fincas y la zona donde se alojan y he visto cómo se cumplen a rajatabla los convenios establecidos, y, por lo general, todo el mundo hace las cosas bien. Ahora bien, en los casos en los que las cosas no se hagan correctamente, nosotros vamos a ser los primeros interesados en denunciarlo, porque no queremos que se nos compare con gente que intenta explotar a las personas o que trata de cometer abusos.

Una persona sostiene unas fresas / FREEPIK - @wirestock

-Después de estos meses de movilizaciones del campo, ¿qué le diría usted a los consumidores?

-Le diría que, si de verdad nos apoyan, sería muy bueno que empezaran a mirar siempre la procedencia del producto, y que cuando tengamos alimentos de aquí, que los compren. Eso es bueno para todos y se apoya a la gente que vive en el mundo rural, a los agricultores y ganaderos que, por ejemplo durante la pandemia, garantizaron que no faltasen alimentos mientras sí faltaban otras cosas. Que nadie se piense que cuando se deje de producir aquí porque lo de fuera sea más competitivo lo vamos a tener todo garantizado, porque no es verdad. Los consumidores y la sociedad en general deberían cuidar el modelo de agricultura y ganadería que tenemos en España, que mayoritariamente es familiar. Hay que tener en cuenta que, si desaparecen las explotaciones, al final se quedará con todo gente a la que lo único que le interesa es ganar dinero, y cuando no les salgan las cuentas, recogerán los bártulos y se irán a zonas donde producir les salga más barato.