Nadie pone en duda que internet es uno de los mayores avances de la humanidad a lo largo de su historia. La red ha cambiado para siempre la forma de vida en el planeta. Sin embargo, también es un campo de minas.
Y es que, además de facilitarnos la existencia como nunca antes había ocurrido, en internet abundan los timadores y estafadores. Y eso nos obliga a extremar las precauciones cuando navegamos.
El último de los casos de engaño que hemos detectado en Consumidor Global utiliza a Renfe como gancho.
Una simple búsqueda en Google del número de teléfono de la compañía ferroviaria para un cambio de billete o para cualquier consulta puede convertirse en un dolor de cabeza para el usuario.
Los ciberestafadores han conseguido situar entre las primeras posiciones de los resultados del navegador páginas que simulan ser las de Renfe y, en muchas ocasiones, los incautos llaman a teléfonos pensando que hablan con ella cuando en realidad lo están haciendo a números de tarificación especial ajenos a la compañía.
El resultado es que la consulta –que, en realidad, Renfe ofrece de forma gratuita– le sale al pobre afectado por el módico precio de entre 3 y 11 euros el minuto. Vamos, que la broma te puede salir por un pico, que te amarga el día cuando recibes la factura telefónica y te das cuenta de que has sido víctima de un timo de 20 o 30 euros.
Ante esta realidad, como siempre, solo cabe una actitud: prudencia, prudencia y prudencia. No bajen la guardia.