Del libro a la mancuerna. En España ya hay más gimnasios (3.900) que librerías (3.208). Y, como cada vez son más los españoles que pasan de ejercitar el intelecto a moldear sus bíceps, desde el sector del fitness confían en cerrar este 2022 con 300 nuevas aperturas --en los primeros cuatro meses se han abierto 106 gimnasios--.
Una de las cadenas de gimnasios que más inauguraciones ha protagonizado en lo que va de año es la malagueña Synergym, con 29. Entrevistamos a su director ejecutivo, Jordi Bella, para conocer los motivos de tan rápida expansión, el secreto de su éxito, la experiencia de usuario que ofrecen y si el mercado español del fitness todavía tiene margen de crecimiento.
--¿Cómo se abren 29 gimnasios en un año?
--Empezamos con 10 gimnasios en 2013-2014, y en 2022 hemos alcanzado un total de 54 centros. Somos una máquina muy bien engrasada y no abrimos si no vamos a tener éxito. Trabajamos muy bien las aperturas, la selección de locales y la preventa, que empieza entre tres y cuatro meses antes y nos permite inaugurar, casi siempre, con un lleno asegurado.
--¿Qué ventajas ofrece la preventa al consumidor?
--En cuanto a precios, es mejor apuntarse en preventa porque empezamos con una cuota de 19,99 euros, y el que la pille pagará toda la vida 19,99 euros. En cambio, una vez abre el club, la cuota sube de forma progresiva hasta los 29,99 euros. Además, en la preventa no pagas nada por adelantado ni tienes ninguna obligación hasta que abra el gimnasio.
--¿Cuál es la estrategia de expansión de la compañía?
--Buscamos entornos con una cultura de fitness en ciudades de más de 50.000 habitantes. Gente joven a la que le apetezca ir al gimnasio y llevar una vida saludable. Al final, es mucho más fácil que alguien que ya hace deporte vaya al gimnasio.
--¿Cuál es el público objetivo al que se dirigen?
--Nuestro público objetivo son estos jóvenes dinámicos que viven o trabajan a 10 minutos andando del gimnasio. Nuestros locales son muy de barrio. Aunque también conquistamos, con una oferta flexible, a gente que se introduce en el fitness, un sector que está creciendo mucho.
--¿En qué se diferencian de McFit, Basic Fit u otras cadenas low cost?
--Nuestra misión es ofrecer la mejor relación calidad-precio. La primera diferenciación con McFit o Basic Fit es la flexibilidad. Ellos tienen modelos muy rígidos y muy poco flexibles: contratos, permanencias, todo previo aviso de equis meses, penalizaciones, etc. Es un trato poco amable. Por el contrario, en Synergym es muy fácil darte de alta o de baja: la puedes gestionar online o en el gimnasio hasta el último día del mes. Por otro lado, la calidad del equipamiento --vamos con gamas casi prémium-- también se nota. Tenemos grandes zonas de peso libre, de cardio, nuevas formas de entrenamiento como un córner de cross training, zona de boxeo, sala de spinning, sala de actividades dirigidas…
--¿En qué se basa la gente a la hora de elegir un gimnasio u otro?
--La ubicación, la cercanía, es muy relevante. También la calidad del equipamiento. Pero la calidad te puede impresionar el primer día y después desaparece. Lo que queda es el trato humano con el equipo. Y, finalmente, una buena relación calidad-precio.
--Sin matrícula, sin permanencia y con una cuota de entre 20 y 30 euros, ¿dónde está el negocio?
--El negocio está en que la gente realmente vaya al gimnasio. Y que los clientes que se den de baja, luego vuelvan. Si has tenido problemas al borrarte, no volverás. Entre nuestros nuevos clientes hay un porcentaje elevado de exsocios. Intentamos que la gente que se da de baja se vaya contenta y esté abierta a volver cuando más le convenga.
--¿Qué tanto por ciento de vuestros más de 120.000 socios no pisa nunca o casi nunca el gimnasio?
--La verdad es que muy pocos. De media, asisten más de tres veces por semana. Nuestro modelo de negocio no es tener socios que no vengan. Todo lo contrario. Que vengan y que entrenen. Nuestros socios son realmente activos.
--¿Suele haber hueco en las clases dirigidas?
--Nuestras clases dirigidas se pueden reservar online. Lo que intentamos es focalizar un gran volumen de clases en las horas punta: en el gimnasio hay más gente a principios de semana y en las de 18 a 21 horas. Focalizamos la oferta en estos picos de demanda.
--¿Hay muchos gastos extra?
--Es otro elemento diferencial respecto a la competencia. McFit y Basic Fit promocionan una cuota, pero no incluyen clases dirigidas, ni la aplicación, ni poder reservar clases. En nuestro caso, la cuota lo incluye absolutamente todo. Somos muy transparentes en eso.
--De media, ¿cuánto permanece cada socio en Synergym?
--La media del sector está en un año. La nuestra es similar.
--A una persona que no va nunca al gimnasio, ¿cómo la seducen?
--Únicamente se le puede enganchar con el trato personal. Una persona que no ha ido nunca al gimnasio, puede entrar y sentir cierto miedo. Asustarse al no saber qué hacer. Por eso el primer día hacemos un pesaje, medimos la grasa corporal, los kilos de músculo y el porcentaje de agua. Tenemos una breve conversación con el cliente para conocer cuál es su objetivo. A partir de aquí, diseñamos un plan de entrenamiento y cada mes o cada dos meses le hacemos un seguimiento. Así se engancha a alguien: con un plan medible y alcanzable.
--En comparación con otros países, ¿en España todavía falta cultura de gimnasio?
--Todavía hay mucho margen de crecimiento. Porque los estudios sectoriales así lo indican, y porque las nuevas aperturas que hemos hecho, en sitios tan distintos como Barcelona, Getafe, Bilbao o Girona, han sido todo un éxito. El fitness tiene mucho recorrido, pero es cierto que en España la penetración es entre dos y tres puntos porcentuales más baja que en el norte de Europa. Hay mercado por abrir.