La ley es muy clara: cuando el consumidor devuelve un producto (lo que se conoce como derecho de desistimiento), la empresa está obligada a reembolsarle íntegramente el precio que pagó antes de que transcurran 14 días naturales. Y, en caso de que incumpla ese plazo, la compañía deberá devolverle al cliente el doble de lo pagado (sin perjuicio de que además sea indemnizado por daños y perjuicios).
Esto es lo que dice la normativa vigente en España. Pero Amazon la infringe de forma sistemática. Y las quejas de los clientes y exclientes del gigante estadounidense de la distribución son constantes y abundantes.
Excusas injustificadas
En ocasiones, el tiempo para recuperar el dinero llega a sobrepasar el mes. Y las excusas esgrimidas por Amazon son inauditas: que si para cantidades superiores a 150 euros el plazo es mayor, que si cuentan 14 días laborables (y no naturales), que si el tiempo depende del método de pago... En fin, retrasos en los reembolsos que no están legalmente justificados.
Los expertos recomiendan a los afectados presentar una reclamación ante el servicio de atención al cliente de la empresa y, tras el previsible rechazo, activar otras vías, como acudir a las oficinas autonómicas del consumidor, o incluso iniciar la vía judicial, si la cantidad lo justifica.
Denunciarlo a los medios especializados
Nosotros invitamos a los afectados a trasladarnos su caso a este medio, Consumidor Global, para hacernos eco de estos atropellos, cada vez más frecuentes. Dar publicidad a los abusos que ejerce Amazon y otros gigantes similares también puede ayudar a solucionar estas situaciones.
Todos debemos cumplir la ley, también las empresas, por muy grandes que sean y por mucho que estén en una posición de dominio del mercado.