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Pendientes de antígenos usados: la española que enamoró a Katy Perry nos cuenta su historia
Carolina García es una joven malagueña de 21 años que ha llamado la atención de artistas internacionales con sus joyas recicladas
Carolina García (Málaga, 2001) tiene 21 años y compagina sus estudios de Literatura Comparada con su reciente negocio y fama. Habla desde el descaro de la juventud, clara y sin tapujos. “No soy empresaria, sólo me he hecho viral”, confiesa esta estudiante, creadora de los pendientes con test de antígenos usados. Aun así, Katy Perry le compró uno de sus diseños y los lució en el popular show Saturday Night Live. Eran unos test negativos, con purpurina y dos piercings como decoración.
Lo que empezó como una anécdota graciosa entre cuatro amigos se ha convertido en un proyecto empresarial con nombre propio: Rakata Studio. García lo tiene claro, “lo único que quiero negativo este 2022 son los tests de antígenos”, explica entre risas.
Unos pendientes de test de antígenos para celebrar el fin de año
Para celebrar el fin de año, de la misma manera que muchos españoles, García se hizo un test de antígenos. “Dicen que para empezar bien el año hay que llevar algo rojo. No tenía nada, así que con los abalorios que tenía en casa decoré dos test que había usado y los convertí en pendientes”, relata la joven malagueña.
Su intención era celebrar que era Covid-free y disfrutar con algo original de la Nochevieja. Eso sí, antes de comerse las uvas subió un post de Instagram con sus nuevas creaciones. “Tuvo mucho éxito a nivel nacional y gané seguidores. Pero el impacto llegó cuando el hijo de Roberto Cavali compartió mi foto en su perfil”, cuenta García. De la noche a la mañana, esta estudiante española, se convirtió en una auténtica sensación en edes. “Compartió mi foto la cantante Camila Cabello, la actriz Debby Ryan y muchas cabeceras de moda”, detalla.
Cuando Katy Perry te contacta por Instagram
En medio de esta vorágine, García recibió un mensaje de lo más inesperado por Instagram. Se trataba del estilista de Katy Perry, Johnny Wujek. “Quería unos pendientes para que la cantante los luciera en el programa Saturday Night Live”, explica García. Y así empezó todo y se vio obligada a crear una empresa en una sola semana.
“Fueron unos días muy locos y largos. Lo hicimos todo, el nombre de la marca, el diseño del logo, el packaging… Me tuve que saltar dos exámenes de la carrera y suspendí esas asignaturas, pero había que hacerlo y bien”, señala la malagueña. Y, aunque tuvieron algún que otro problema con el envío, García y su equipo lo consiguieron. Los pendientes llegaron sanos y salvos, desde Granada –donde vive la joven– hasta el plató del late night más seguido de Estados Unidos.
‘Piercings’ para pezones con forma de corazón
Según cuenta García, la cantante se involucró mucho en el proceso. “Diseñé varios modelos y se los envié a su estilista que, en todo momento, estaba en contacto con ella”, incide esta novata empresaria. Al final, la mujer de Orlando Bloom quiso unos pendientes muy parecidos a los originales. Pero había un problema. Los abalorios que tenía eran limitados y no disponía de algunas piezas para hacer una réplica. “Faltaban los corazones”.
Pero no había que desanimarse. “Nos recorrimos Granada entera en busca de unos corazones parecidos a los que yo llevaba en la foto. Al final dimos con unos en una tienda de piercings. En teoría eran para los pezones, pero los pintamos de dorado y los pudimos acoplar a la joya”, comenta García.
Cómo calcular el precio
“Poner precio a tu trabajo cuesta tanto…”, medita la joven cuando se le pregunta cuánto le cobró a Katy Perry por su diseño. Aunque sin desvelar el coste final, García remarca que recuperó el dinero invertido y ganó unos 50 euros con ello. “Aunque ahora pienso que tenía que haber pedido más”, se lamenta. No obstante, es consciente que lo que le ocurrió fue un golpe de suerte y sabe que el trabajo ahora es mantenerse en el mundo de la moda. “Mis tres amigos y yo, hemos decidido continuar con el proyecto y con la ayuda de mis padres estamos montando la empresa”, matiza.
García sabe que el futuro no está en Instagram, sino que para ser una marca profesional hace falta mucho más. “Instagram va muy bien como escaparate, pero para hacer una compra online con garantías la gente confía más en un web”, remarca. Sus pendientes aún no tienen un precio definitivo, pero supone que “rondarán entre los 50 y 100 euros”. Su objetivo es seguir con las joyas de objetos reciclados, ya sean pendientes, collares o cintas de pelo. Y espera que aparte de Katy Perry, otras famosas luzcan sus creaciones. “Me encantaría que Samatha Hudson fuera la siguiente en llevarlos”, aventura emocionada.
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