Vender un producto a través de Vinted, la popular plataforma de compraventa de segunda mano, puede ser una experiencia amarga. Muy amarga. Y es que, los casos de estafa son cada vez más frecuentes y sorprendentes. Y, lejos de lo que podría parecer, las principales víctimas de estos timos no son los compradores, sino los vendedores de artículos.
El engaño es muy simple. Cuando el comprador recibe el paquete, denuncia a la plataforma que no le ha llegado la mercancía acordada (para lo que envía unas fotos o vídeos con otro producto diferente al previsto). Y Vinted le devuelve el dinero que tenía retenido, mientras que el vendedor se queda sin los cuartos y sin el artículo.
En Consumidor Global hemos explicado que las quejas por estafas relacionadas con ropa se cuentan por cientos o incluso miles. Pero también hemos relatado casos más graves, como el de una mujer que puso a la venta una Play Station 5 por algo más de 500 euros, y el comprador –residente en Italia– aseguró que le llegó una Play Station 3 –lo que justificó con unas fotos–. La vendedora ha perdido la videoconsola y no ha visto un euro.
El problema de estos casos es que no hay forma de saber quién dice la verdad, si el comprador o el vendedor. Ni siquiera con fotos o vídeos del empaquetado o del desempaquetado, pues pueden ser falsos. Sin embargo, Vinted acostumbra a creer al comprador, por lo que los estafadores actúan en base a ese criterio.
La empresa insiste en que la mayoría de las transacciones se ejecutan sin problemas, pero ¿qué pasa con los engañados a los que dejan desamparados? Sea como fuere, el funcionamiento de la plataforma hace difícil encontrar una solución, mientras no haya un tercero (que podría ser la propia Vinted) que verifique que se ha enviado el producto pactado.
Pero eso ya es otro tipo de servicio, que encarecería mucho las operaciones. Y mientras eso no ocurra, nuestro consejo es el habitual: extremen las precauciones.