Su inspiración es la carretera. Allí se despierta, ve los pueblos pasar a través de la ventanilla de su camión, y, entre recogida y entrega, casi cada día encuentra unos minutos para grabar un vídeo y subirlo a su cuenta de TikTok (@cocotruckergirl), donde tiene más de 300.000 seguidores y acumula millones de ‘me gusta’.
Así es el día a día de Oti Cabadas, la camionera más famosa de España y la embajadora de Eurowag (empresa que ofrece soluciones de transporte), un ejemplo de superación para muchas mujeres, una persona trabajadora que destruye los estereotipos y las barreras con los que se topa a lo largo de kilómetros y kilómetros de carretera en la España más profunda.
--¿Con qué vídeo inició su carrera como influencer en TikTok?
--El vídeo con el me hice viral fue uno con un audio de una chica latina, y era en plan: ‘yo me bajo del camión, cambio el aceite, y todo el mundo me ha dicho que yo no podía, y sí puedo’. Tiene más de cuatro millones de reproducciones.
--Si la cosa funciona...
--Salí en Solo Camión y fue todo un éxito. Empecé la sección Soy camionera y llamó mucho la atención, aunque para mí es lo más normal del mundo. También es muy gratificante cuando me escribe alguna mujer, me dice que siempre quiso ser camionera, pero que nunca se atrevió, y que me admira.
--¿Por qué empezó a compartir su vida en las redes?
--Empecé hace cinco años. Antes, quería ser anónima, invisible, pero me di cuenta de que, a raíz de compartir mi experiencia, muchas mujeres se motivaban, se sacaban el carné y se daban cuenta de que sí podían.
--Supongo que sus inicios no debieron de ser fáciles…
--No fueron los mejores... Ahora, en parte gracias a las redes sociales, se ha normalizado lo de la mujer subida a un camión, pero al principio eras como un bicho raro. Éramos treinta en el aula para sacarnos el carné y yo era la única chica. Actualmente está más equiparado. Una vez demuestras que puedes, eres una más y te aceptan, pero cuesta.
--¿Hay que demostrar más por ser mujer?
--A veces, dan por hecho que acabas de subirte al camión, que no tienes ni idea, e intentan ayudarte. Te acostumbras a ser el centro de atención, intentas hacerlo todo perfecto, y te obligas a dar más, aunque nadie te lo exija, para que no digan eso de: ‘mira, como es chica…’
--¿Faltan camioneras en España?
--Faltan camioneros en general. Cada día faltan más. Es un problema bastante grave. Entran muchas más mujeres, pero sí falta ese factor humano. Mucha gente no está dispuesta a dar tanto para recibir tan poco. Pasas muchos días lejos de casa, con malos horarios, esperas eternas, comiendo mal y con el riesgo de que te roben una noche. Falta seguridad. Y los sueldos son los mismos desde hace 20 años.
--¿Qué es lo más duro del oficio?
--Lo más duro es cuando tienes un problema familiar y no puedes estar ahí. No puedes dejar el camión porque igual estás a 1.000 kilómetros de casa. O cuando te pones enferma en el camino. En invierno, las incidencias del tiempo. No te voy a decir la soledad porque he aprendido a disfrutarla, aunque para muchos lo peor sea estar solo.
--Tener 350.000 seguidores y estar tan sola es irónico, ¿no?
--Nunca estoy sola. Cuando paro, siempre conozco a alguien. A mí no me gusta comer sola. Si alguien me saluda, yo me uno.
--¿Cuál cree que es el secreto de su éxito en TikTok?
--No lo sé. No lo entiendo ni yo, porque no me aguanto a mí misma. Supongo que el desconocimiento de la profesión. Mucha gente que me sigue no tiene nada que ver con el transporte. Les gusta ver que duermes en el camino, que te duchas en carretera, las horas que trabajas y el plus de ser mujer.
--¿Qué es lo más gratificante de su trabajo?
--A mí me hace feliz subirme al camión y hacer bien mi trabajo. Sin incidencias.
--¿Cómo arranca el día la camionera más famosa de España?
--Hoy, por ejemplo, he dormido debajo de una tormenta y he pasado miedo. Me he levantado, me he lavado la cara y no he tenido tiempo para desayunar. He llegado a Burgos, desde Valencia, he descargado y, en cuanto cuelgue, me voy para Bilbao.
--¿Cuántos kilómetros hace en un día cualquiera?
--Hoy llevo 500 y pico, y luego hasta Bilbao me quedan casi 200.
--El 99% de lo que transporta es cerveza Mahou, ¿y el 1% restante?
--A lo largo de estos años, he transportado desde cebollas y patatas hasta piezas de automoción. Todo lo que imagines va en un camión. Ahora trabajo con Mahou y llevamos también material para la obra.
--¿Cómo la reciben cuando llega con el camión repleto de cerveza?
--Salimos cargadas de las fábricas y vamos hasta los distribuidores, que están en pueblos y ciudades. El momento más feliz es cuando llegas a un pueblo de montaña, porque todo el mundo se entera y la gente enloquece. Te ven llegar y es como ‘Guau, ¡ya tenemos aquí la cerveza!’ Mientras que en las ciudades pasas más desapercibida.
--¿Qué cerveza bebe?
--Mahou, aunque algunas veces le pongo cuernos con Estrella Galicia.
--¿Alguna anécdota de carretera?
--Hace unos meses, en un polígono de Madrid, iba a descargar cerveza al almacén de unos asiáticos y todo eran furgonetas. Estaban las furgonetas y mi tráiler. Entonces, llega un señor indignado y me pide que saque la furgoneta de allí en medio. Yo le dije: ‘lo siento, pero no tengo licencia para manejar vehículos tan pequeños’. Se quedó pasmado. Yo tenía que ser la de la furgoneta…