Cuando El Ganso nació en 2006, el consumidor español no compraba ropa por Amazon, ni la segunda mano estaba en boga. Tampoco se veían por la calle zapatillas Ecoalf ni Veja; y combinar traje con algo que no fueran zapatos era más osado de lo que es hoy. Si un Ralph Lauren relajado y sonriente (no el diseñador de 83 años, sino el concepto) saliese a tomar un vermú junto al Retiro una soleada mañana de domingo antes de irse de escapada a la nieve, el resultado sería algo parecido a El Ganso. Lola López es la directora de marketing digital, branding, innovación y nuevos proyectos de la marca, que muchos asocian con los pijos.
Entre las enseñas de esta firma madrileña, las primeras que acuden a la mente son las zapatillas finas de una tela que casi parece lona, los náuticos informales, las sudaderas con rollo universitario, americanas marrones con un punto British y las camisas de rayas o de cuadros.
– El Ganso nació en 2006. ¿Qué ha cambiado en el mundo de la moda española desde entonces?
– “Creo que la moda ha sido un sector muy cambiante. Y destacaría 3 cambios principales. En primer lugar, la innovación: se nos pide innovar constantemente en el producto, en las tendencias y a la hora de comunicar. Otro cambio que ha venido para quedarse es la sostenibilidad. Al ser la segunda industria más contaminante, se ha visto que tenemos que hacer una labor, y hay que hacerla de verdad, con proyectos que puedan ser trazables. Y el tercero es precisamente la trazabilidad: el cliente no quiere sólo que le cuentes, no quiere un storytelling, sino que quiere ver cómo haces las cosas. Le gusta tener toda la información y observar qué es de verdad y qué no”.
– Marcas como Scalpers podrían ser su competencia. ¿Cómo se sobrevive en un entorno tan competitivo?
– “Se sobrevive siendo auténticos. El Ganso es una marca con muchísimo ADN. Han sido los dos hermanos fundadores los que la han mantenido, y también se ha trabajado mucho el branding. Al final, pueden venir competidores y cambios como la digitalización, pero el cliente al que le gusta El Ganso sigue ahí”.
– ¿El Ganso ha tenido que reajustar los precios de sus prendas por la inflación?
– “Nosotros no hemos repercutido las subidas, pero sí es verdad que la cadena de suministros se ha visto totalmente afectada. Lo que intentamos hacer son juegos de orígenes, comprando también en Asia para no tener que repercutirlo ”.
– ¿Hay aperturas de tiendas programadas?
– “Acabamos de abrir en Toledo y en Galerías Lafayette, y no tenemos ahora mismo más programadas, pero habrá otras aperturas durante este año”.
– Hace poco, la marca ha reforzado la línea de ropa femenina. ¿Es más difícil?
– “Para una firma que se construyó como una marca de ropa masculina, es mucho más difícil llegar a la mujer. Es verdad que tienes la visión de hacer monoproducto y debes adaptarte. La clienta mujer es diferente. Entender esto ya es un cambio, y luego es cierto que hay muchísima más competencia en ropa de mujer, como puede ser Inditex. Pero apostamos por ello”.
– ¿Qué relación mantiene El Ganso con el mundo influencer?
– “Como directora de marketing, a mí me parece fundamental empezar a trabajar eso. Como venimos desde el mundo hombre, no se creía tanto en el influencer masculino, porque hasta ahora había menos, pero empezamos a ver que hay. En nuestra última colaboración con Marchica, que hemos hecho en exclusiva para ellos con el grupo Aramón, hemos visto que funciona bastante bien. Trabajarlo es uno de nuestros objetivos”.
– ¿Cómo describiría al perfil de persona que viste El Ganso?
– “Le gusta el color, eso lo tenemos muy claro, es alegre, optimista y sobre todo es elegante, pero tiene un toque atrevido. Le gusta combinar las zapatillas con el traje”.
– Sobre esto, ¿qué le diría usted a una persona que opina que El Ganso es una marca de ropa para pijos?
– “Le diría que pueden entrar los pijos, pero también pueden no entrar. Es una marca que es mucho más que eso, es más universal. De hecho, se trajo como una idea bastante pensada, que consistía en traer la moda más londinense, más colorista, al mercado español. Ahí había un hueco, y El Ganso es para todos”.
– ¿Qué deseo profesional le pediría a 2022?
– “Tendría dos. Tenemos un proyecto entre manos, que se llama Proyecto Índigo, que queremos que salga a la luz. Es un proyecto sostenible de verdad, de apoyar incluso a la agricultura española, así que el primer deseo sería que nos salga bien, porque estamos trabajando mucho y muy duro en ello. Otro deseo sería que volvamos a remontar y a hacernos más grandes”.