Las compañías telefónicas y energéticas siguen machacándonos a llamadas al móvil para vendernos sus servicios. Y, en muchos casos, a pesar de estar inscritos en la Lista Robinson.
Las últimas empresas analizadas en Consumidor Global son MásMóvil y Holaluz. Se trata de dos de las más agresivas a la hora de captar clientes. Sin embargo, ambas aseguran que no tienen nada que ver con esas prácticas.
Hombre, resulta extraño que alguien te llame a todas horas en nombre de Holaluz o de MásMóvil y que las compañías no sepan nada, ¿no? Pues esa es la versión oficial de las empresas.
Sí admiten que subcontratan sus servicios a compañías de teleoperadores, pero insisten en que cumplen todas las normativas y les exigen que no se acose a los posibles clientes y que respeten a quienes forman parte de la Lista Robinson.
Tanto Holaluz como MásMóvil han sido objeto de investigación por parte de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Y esas pesquisas han destapado que las empresas de teleoperadores subcontratan a su vez a otras empresas, y así sucesivamente, formando un entramado casi inabarcable, en el que se diluye la responsabilidad de las compañías que están al principio de la cadena y para las que todos estos intermediarios captan clientes.
Pero la Agencia de Protección de Datos finalmente se encuentra en un callejón sin salida. En dos resoluciones que afectan a Holaluz y MásMóvil, la entidad fiscalizadora concluye que no puede hacer nada porque la pista se pierde en una empresa de Perú, donde, lógicamente, no tiene competencia sancionadora.
Parece evidente que la normativa española debería modificarse para poder combatir eficazmente este tipo de trampas que permiten a las grandes compañías amargarnos la vida con sus insufribles llamadas comerciales. Mientras tanto, solo nos queda denunciar a aquellos que se aprovechan de estos métodos.