Fontana Bodegas & Viñedos se ha convertido en la primera bodega que obtiene el certificado Sustainable Wineries for Climate Protection --en su versión actualizada en 2023-- que entrega la Federación Española del Vino (FEV), y lo ha hecho apenas un mes después de que entrasen en vigor los nuevos requisitos de sostenibilidad social, económica y de gobernanza.
Un reconocimiento al trabajo bien hecho de esta pequeña casa de vinos situada en La Fuente de Pedro Naharro (Cuenca) --pertenece a la Denominación de Origen Uclés--, que elabora vinos tintos, blancos y rosados y presume de ser una de las bodegas más sostenibles de España. Además, sus botellas se pueden comprar en numerosas vinotecas nacionales y en páginas como Vino Selección a buen precio. Entrevistamos a su gerente, Isabel Hernández, para conocer las claves de su éxito y hablar de la tendencia eco en el sector vitivinícola.
--Sólo 60 de las 4.300 bodegas que hay en España han obtenido hasta 2022 el certificado Wineries de la Federación Española del Vino (FEV) en su versión medioambiental… ¿Queda mucho por hacer?
--Queda mucho por hacer y mucho por verificar. Son objetivos medibles y cuantificables, pero tiene que venir alguien a avalarlo. Esta certificación refleja que bodegas pequeñas como la nuestra pueden estar al mismo nivel que gigantes como Torres y González Byass, en este aspecto. Las 60 deben adaptarse en 2023 a los nuevos requisitos del sello.
--¿Se puede decir, entonces, que Fontana es la bodega más sostenible de España?
--Actualmente, que esté certificada, sí. No me atrevería a decir que somos la más sostenible, pero el resto de bodegas todavía no han pasado la auditoría con los nuevos requisitos.
--¿A grandes rasgos, por qué los auditores han considerado que sois una bodega sostenible en sentido integral?
--Todo el mundo tiene en la retina la parte medioambiental de la sostenibilidad, pero esta va mucho más allá y debe incluir el cuidado a los trabajadores y el respecto por todos los procesos de calidad durante la producción y la elaboración del vino, entre otros aspectos.
--¿La sostenibilidad es el mayor distintivo de vuestra marca?
--Obviamente. Nuestra bodega siempre ha tenido una inquietud y preocupación por el medioambiente. Nacimos hace 16 años y llevar la empresa a este modelo ha hecho viable el proyecto de Fontana. Dedicamos un 85% de nuestra producción a la exportación, pero, ahora, a nivel nacional, la gente nos conoce más: somos una bodega pequeña y esta es nuestra mejor publicidad.
--¿El consumidor europeo está más sensibilizado que el español con los temas de sostenibilidad?
--Yo creo que un poco más sí. A día de hoy, estos sellos todavía son voluntarios a nivel nacional, pero, para llegar a mercados exteriores, dejan de serlo. El distribuidor extranjero te pide respeto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marca la ONU. Fuera de España, este tema está muy interiorizado.
--El resto de bodegas de la Denominación de Origen Uclés han seguido vuestro ejemplo…
--En 2016, Uclés se convirtió en la única DO de España con todas sus bodegas certificadas por Wineries. Lo pasamos las cinco y todas hemos ido renovando el sello.
--¿Cuál de vuestros vinos representa mejor vuestra filosofía?
--Todos nuestros vinos son fáciles y con coupages adecuados para que te sirvas una copa y demandes otra. El Chardonnay & Viura es muy elegante; el Sauvignon blanco & Verdejo es más fresco. Nuestro buque insignia es Quercus, un vino elaborado con vides seleccionadas, con una intervención mínima, una recogida manual y una fermentación muy cuidada. Hacemos pocas botellas y es la imagen de la bodega. Hace alusión a la Quercus ilex, una encina propia de la zona que está protegida y muestra la biodiversidad de la finca.
--Tenéis vinos jóvenes, como el Mesta 2021 (3,75 euros) o el Dominio D Fontana (6,35 euros) a precios económicos, ¿es posible ser sostenible y no ser caro?
--Sí, es posible ser sostenible, medioambiental, social y económicamente. Tenemos vinos de gama económica, gama media y luego pasamos a Quercus (24 euros). El manejo del viñedo, el uso racional de un recurso tan escaso como el agua, las prácticas culturales para que la erosión del terreno sea mínima, toda esa sostenibilidad es igual en todas las parcelas de la finca, lo único que varía es el método de elaboración.
--¿Cuáles son los tres mejores vinos que ha probado en la Barcelona Wine Week?
--Hacer mal vino, a día de hoy, es muy complicado: al frente de los equipos técnicos hay gente muy formada. Me han llamado mucho la atención esas bodegas que se autodenominan friquis del vino. Creo que tienen una filosofía muy chula. Un Torres o un Freixenet lo puedes catar en cualquier momento, pero estos vinos de garaje, naturales, poco intervenidos, que intentan volver a lo que ancestral sacando buenos vinos, son una gozada.