David Calvo es jefe de ventas en Zoom. Fue uno de los primeros empleados de la firma en Europa y ahora se encarga de la zona sur del continente. Lleva tres años y medio en Zoom, cuya fama se disparó, sobre todo, con la llegada del Covid-19. En tiempos de estado de alarma y confinamiento, esta herramienta para reuniones virtuales y videoconferencias se volvió trending.
Sin embargo, su popularidad llegó ligada, también, a fuertes críticas por su nivel de seguridad. Ahora, tras dos años y un duro encierro, el negocio de la compañía se divide entre las empresas (nuevas y antiguas) que confían en sus herramientas y los consumidores de a pie que ya usan la app en su día a día.
--¿Cómo se vivieron en Zoom los años intensos de la pandemia?
--“Cuando se creó hace 10 años, la herramienta estaba más enfocada en el mundo corporativo, dando soluciones de comunicaciones unificadas de audio y vídeo. Pero llega el 2020 y de repente el mundo se encierra en casa. Pasamos de ser una herramienta corporativa a ser también una de consumidor final y de tener 10 millones de participantes diarios a 300 millones. Y eso en cuestión de unas semanas o poco más de un mes. Un salto así conlleva unos retos tecnológicos y de infraestructura que hemos superado con creces. A pesar de haber muchas soluciones de vídeo, Zoom se convirtió en el líder de la pandemia”.
¿Es el consumidor de a pie menos exigente que una empresa?
--“Sí, es menos exigente. De hecho, es una exigencia diferente. El consumidor final necesita una aplicación sencilla, que hagas clic en un botón y que funcione. Además, usa una parte muy pequeña de nuestra solución”.
--¿Cómo se ha traducido el aumento de usuarios en las ventas?
--“Antes de la pandemia facturábamos 600 millones de dólares anuales y en el último año fiscal la cifra de ventas ya superaba los 4.000 millones --en concreto fueron 4.099 millones, un 55% más que el ejercicio anterior-- y eso a pesar de que la necesidad de estar encerrados en casa ya ha pasado. Pero en telefonía IP, eventos híbridos, etc., hemos seguido creciendo”.
--¿La mayoría de consumidores opta por la versión gratuita?
--“Al final, una licencia de Zoom son 15 euros al mes que es lo que cuesta también una suscripción de Netflix. Hay una serie de necesidades como las grabaciones en la nube o reuniones de más de 40 minutos que hacen a algunos usuarios dar el salto y pagar por una licencia”.
--Zoom vivió un gran auge en 2020, pero también estuvo en la diana por su nivel de seguridad… ¿Cómo se vive una crisis de este tipo?
--“El foco en la seguridad y privacidad ha estado siempre en la empresa desde el primer momento. Antes de la pandemia ya teníamos a compañías muy grandes haciendo todas sus comunicaciones a través de Zoom. Pero, de repente, nuestro modelo de negocio cambia y nos llega un flujo importante de consumidores con unas exigencias diferentes que no conocen todas las herramientas de seguridad que tenemos. Y nos ponemos en el foco, tanto para lo bueno como para lo malo. Por ello, se reconocen una serie de mejoras y se establece un plan basado en transformar la seguridad para estos casos de uso como la adaptación de nuestros términos de privacidad en un lenguaje más accesible a todos”.
--La vuelta a algunas oficinas… ¿Cómo ha afectado a la firma?
--“Observamos que hay un apetito terrible por un ámbito de trabajo híbrido. Antes de la pandemia era casi impensable en algunas empresas o verticales como el sector público, pero se ha acelerado una transición en ese sentido. Entramos en una nueva forma de trabajo más flexible. Y nos estamos adaptando a ello y nuestras herramientas también”.
--¿Qué ventajas tiene una reunión virtual que no tiene una física?
--“Que puedes tenerla en cualquier parte del mundo. Se rompen barreras geográficas y también de tiempo. Se puede grabar una reunión para después compartir su contenido. La reunión en Zoom consolida una serie de servicios como la telefonía, llamando a alguien que no está en la sala, o integrar flujos de trabajo, como la firma electrónica de documentos, y eso agiliza los objetivos”.
--¿Cuántos clientes tiene ahora Zoom a nivel global? ¿Y en España?
--“Al final del cuarto trimestre del año fiscal 2022, había, aproximadamente, 191.000 clientes empresariales, un 35% más interanual. Y algunos están con nosotros desde hace mucho tiempo. En España, ofrecemos nuestros servicios, por ejemplo, a la Agencia Tributaria, el despacho de abogados Cuatrecasas y la Universidad La Salle, entre otras”.
--¿Si cae Zoom, el mundo también se vuelve loco como pasa con WhatsApp?
--“Pues me gustaría poder responder a esa pregunta, pero como nunca se ha dado el caso… Como con todo software puede haber alguna pequeña incidencia, pero incluso con 300 millones de participantes diarios no hemos tenido caídas durante días. Si ha habido algunas interrupciones puntuales, las hemos ido publicando, pero no han sido masivas”.
--¿Estamos enganchados a Zoom?
--“Para los que la usan yo creo que sí es una herramienta imprescindible. Forma parte del día a día, sobre todo de los usuarios de Enterprise”.