"Protege tu producto con Mediamarkt". Así reza uno de los lemas promocionales de la popular cadena de tiendas de electrónica con los que anima a sus clientes a contratar un seguro para casos de robo o daños accidentales de los dispositivos allí comprados.
Sin embargo, la experiencia de algunos consumidores con este servicio no es tan satisfactoria como cabría esperar. Y es que se multiplican los casos de compradores muy molestos y decepcionados con Domestic & General, la principal aseguradora con la que trabaja MediaMarkt.
Entre las quejas destaca la información confusa de la multinacional alemana a la hora de ofrecer el seguro, hasta el punto de que algunos de ellos cuentan con una franquicia que los clientes desconocían. Es decir, que solo cuando han necesitado echar mano del seguro se han enterado de que debían pagar una parte de la reparación o reposición del gadget que creían que estaba totalmente cubierto. A veces, hasta 60 euros.
Como recogemos en un interesante reportaje en Consumidor Global, también es motivo de queja el ineficaz sistema para la tramitación de una incidencia. MediaMarkt le pasa la pelota a Domestic & General, y la gestión de estos es muy mejorable, con teléfonos de atención al cliente robotizados y poco eficientes, peticiones de pagos por anticipado, un servicio de recogidas caótico, plazos que se incumplen, y un procedimiento para activar y cobrar el seguro extremadamente complejo.
Es fácil que, en mitad de este proceso, muchos afectados se desesperen y desistan de ejercer su derecho a reclamar las garantías aseguradas.
Sorprende que una multinacional tan importante como MediaMarkt trate a sus clientes con este desprecio. Casi como si fueran tontos.