Hace ya algún tiempo que los restaurantes más solicitados comenzaron a exigir una garantía, una fianza o un pago a cuenta por si se cancela una reserva con poca antelación. Pero esta práctica, se está extendiendo cada vez a más establecimientos.
El último caso destacado es el de una conocida cadena madrileña de hamburgueserías, BDP Burger. “Se cobrarán 15 euros por cada persona cancelada con menos de dos horas de antelación”, advierten en su página web, y añaden que “se cobrarán 15 euros por cada persona que no asista a la reserva”. Es decir, la fianza (que se deja mediante tarjeta al confirmar la reserva) es, aproximadamente, el precio de una hamburguesa.
Como era de esperar, la política de cancelación de reservas de BDP Burger ha recibido críticas. Algunos clientes la consideran “desproporcionada”, excesiva o decepcionante. Otros entienden que es razonable que el restaurante trate de cubrirse ante las reservas fantasmas.
La ley no es clara al respecto. Se considera abusivo “el abono de cantidades por servicios no prestados”, pero los expertos entienden que, en este caso, y si se ha informado previamente al cliente, no es una práctica ilegal.
¿Es razonable una fianza de 15 euros en una hamburguesería? ¿Es abusivo? ¿Ustedes qué opinan?