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Ticketswap, la web “segura” de reventa de entradas en la que también se cuelan las estafas
Esta plataforma de compraventa alardea de su sistema de verificación para evitar timos, pero muchos usuarios denuncian haber adquirido tickets falsos
“La forma más segura de comprar y vender entradas”. Así se presenta la plataforma de reventa de entradas Ticketswap. Esta startup holandesa trata de dar salida a todas esos tickets de conciertos que algunos usuarios deciden revender por no poder asistir o simplemente deshacerse de ellas. Nació como una posible solución al problema de la reventa y la especulación de páginas como Viagogo o Stubhub, ya que limita el incremento máximo del precio de venta sobre el original a un 20% y sigue diferentes criterios para verificar las entradas y los vendedores, o al menos así lo aseguran.
Sin embargo, este modelo de “reventa ética” tampoco es infalible al 100% y, como denuncian algunos usuarios, Ticketswap también puede convertirse en un coladero de entradas falsas que puede usar cualquiera, o incluso de conciertos y eventos de fechas pasadas.
Ticketswap y su modelo de reventa
Es el caso de Alfonso Suárez, que decidió comprar dos abonos para el Low Festival de Benidorm de este año en Ticketswap y, cuando abrió su correo electrónico, las entradas correspondían a la edición de 2019. En ese momento, Suárez intentó ponerse en contacto con la plataforma para notificar la incidencia, algo que, según cuenta, no resultó nada fácil. “Creo que es el gran problema de Ticketswap. No te diría que su servicio de atención al cliente es malo, te diría que es nefasto y prácticamente inexistente”, asegura indignado a Consumidor Global.
Tanto él como su pareja se dedicaron a enviar mensajes por correo electrónico y a la cuenta de Twitter de la plataforma, “pero es una máquina, no hay nadie detrás de los MD en esa red social”. La desesperación por haber comprado unas entradas que sabían que no les iban a servir para entrar fue a más cuando pasaban los días y no recibían respuesta alguna por parte de Ticketswap, ni siquiera para decir que estaban estudiando el caso.
“Otro tablón de anuncios”
Tras dos semanas detrás de la plataforma, Alfonso Suárez y su pareja al fin recibieron una respuesta. “Nos dijeron que se trataba de un error y que el sistema de verificación no podía comprobar todas las entradas y que lo lamentaban”. Esta afirmación les chocó mucho, pues la seguridad es el principal reclamo que aplica Ticketswap a su servicio y aseguran que todas sus entradas son verificadas. Al final, la plataforma devolvió el dinero a Suárez, “pero la sensación con la que nos quedamos es la de una empresa que carece de servicio de atención al cliente y que se puede estafar a la gente de manera muy sencilla”, concluye.
Pero la de Suárez no es la única experiencia negativa con esta web de reventa. Manuel Hurtado se quedó a las puertas de un concierto porque la persona que le había vendido el ticket ya había usado el código y estaba dentro. “Es una app que podría estar muy bien, pero a nivel de garantías no es más que otro tablón de anuncios donde comprar y vender entradas sin nada que te asegure que ellos van a mediar si hay algún problema, que es supuestamente en lo que uno confía”.
El sistema de verificación hace aguas
Guillermo Granell, country manager de Ticketswap en España, explica a Consumidor Global que el sistema de la plataforma se basa en la confianza mutua entre comprador y vendedor. “La mayoría de incidencias tienen que ver con un fallo honesto por haberse confundido el vendedor al subir las entradas a la plataforma. En esos casos, ambos pueden ponerse de acuerdo y solucionarlo”. Sin embargo, Granell reconoce que también se dan casos de “gente espabilada” que vende su entrada a conciencia y aún así entra al recinto. “Cuando ocurre esto, bloqueamos a ese usuario que ha intentado estafar y se hace una devolución al comprador. Tenemos todos los datos del vendedor, la puede colar una vez, pero no más”, subraya el responsable.
Ticketswap permite la compraventa de cualquier espectáculo o evento sobre el que ellos no tienen ningún tipo de control, “de ahí que haya situaciones que no podemos controlar”. Por otro lado, la plataforma también trabaja de forma directa con promotores y empresas de ticketing para conciertos concretos. En esos casos, la seguridad al 100% sí que es posible, ya que se invalida el código del vendedor particular y se genera uno distinto para el nuevo asistente. Estas entradas están marcadas con el distintivo Secure Swap.
¿Una reventa ética?
Jordi Oliva, experto en industria musical y profesor en la UOC, opina que este tipo de plataformas pueden ayudar a contener la especulación, pero no termina de arreglar el problema. “Tengo dudas de que sea todo lo bueno que quieren pintar. Aunque te limiten incrementar el precio de la entrada hasta el 20%, sigue habiendo especulación y la gente puede ganar dinero con ello, mientras que el artista no ve ni un euro de eso”, expone Oliva a Consumidor Global.
Por su parte, Guillermo Granell explica que esta funcionalidad sirve para transmitir al vendedor la sensación de que no está perdiendo dinero, ya que hay una serie de gastos de gestión como el 10% que se lleva la plataforma por cada transacción. “Cuando vemos que puede haber especulación, pedimos que se bloquee el evento. Por ejemplo, con los conciertos de Coldplay en Barcelona, que los packs premium que costaban 400 euros pudieran venderse a un 20% más del precio original nos pareció abusivo. Eso no iba con las reglas de Ticketswap, así que decidimos dejar un tiempo prudencial y bloquear ese evento", remarca.
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