Los primeros tatuajes se encontraron en dos momias egipcias hace 5.000 años. Desde entonces, el arte de plasmar historias en la piel se ha masificado y no ha dejado de evolucionar. Sin embargo, muchas personas no se atreven a decorar su cuerpo de manera permanente. Tal vez por este motivo, los tatuajes temporales ganan terreno y son tendencia.
La moda de los tatuajes sigue en auge. Es un hecho que está a la vista de todos. Pero muchos de ellos no son para toda la vida. También hay formas de inyectar tinta en la piel que sólo duran un determinado lapso de tiempo, y ganan adeptos día a día.
Los tatuajes temporales
Mientras un tatuaje al uso consiste en inyectar tinta a través de las tres capas más superficiales de la piel, los tatuajes temporales emplean sustancias como la henna, un tinte natural que tan sólo penetra de manera superficial.
Por ello, su realización es más sencilla y ágil, y las historias permanecen adheridas a la piel entre tres días y dos semanas, aproximadamente. Además, el resultado es casi idéntico al de un tatuaje de verdad. Unas ventajas que han hecho que ganen una enorme popularidad.
Aspectos a tener en cuenta
Aunque hacerse un tatuaje temporal no requiere de aguja, las personas pueden presentar reacciones adversas a los componentes de la henna, por lo que es necesario identificar posibles alergias a esta sustancia.
Ah, y los tatuajes que emplean agujas para introducir la tinta en la epidermis no son temporales, aunque muchos tatuadores aseguren que utilizan una tinta “especial” para que el dibujo desaparezca al cabo de unos años.