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¿Son las entradas nominativas la solución a la reventa? Doctor Music y Rammstein lo ponen a prueba

El acceso a eventos con identificación es una fórmula poco usada en España que puede ayudar a reducir la actividad de plataformas como Viagogo o StubHub

Alberto Rosa

La banda alemana Rammstein durante un concierto de su gira europea / RAMMSTEIN

Es el quebradero de cabeza de artistas, promotores y público. La reventa y la inflación del precio de las entradas a través de canales no oficiales ha vuelto con fuerza a la industria musical tras el parón de la pandemia. Coldplay, Harry Styles, Rosalía... Las grandes giras internacionales son las que concentran la mayoría de estafas y ventas a precios desorbitados por culpa de plataformas como Viagogo o StubHub. Estas webs aprovechan el fenómeno fan para hacer caja y traficar con miles de entradas. Mientras, los promotores experimentan el modelo nominativo, que en España sigue en fase de pruebas, según estos organizadores.

Un ejemplo es el de la gira europea de Rammstein. Este jueves salieron a la venta las entradas para el concierto que dará la banda alemana en Madrid en junio de 2023 y cuyos precios oscilan entre los 54 y los 150 euros. Según señala la promotora del concierto en España, Doctor Music, “a petición expresa del artista, las entradas serán nominativas y llevarán impreso el nombre y apellidos que se faciliten en el momento de realizar la compra”. Esto significa que, para acceder al recinto, será preciso presentar DNI y que los datos coincidan con los de la entrada, de lo contrario, se denegará el acceso.

Acceso nominativo para evitar la reventa

Otro detalle a tener en cuenta es que los tickets se enviarán un mes después de haber realizado el pago para así evitar que acaben en plataformas como Viagogo, Milanuncios o SubHub. Desde Doctor Music cuentan que “no es la primera vez que se opta por las entradas nominativas para asegurar que los fans tienen acceso a la venta y evitar así la especulación”, aunque, según asegura la promotora catalana a Consumidor Global, “en España sigue siendo novedoso y se ha hecho sólo en algunos conciertos antes del Covid. Estamos todavía evaluando el funcionamiento del mismo en nuestro país”.

Varios fans de Rammstein en un concierto / RAMMSTEIN

Héctor Fouce, periodista y profesor del Máster de Música en Directo de Live Nation en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, habla de la reventa como un fenómeno que ha pasado de ser “marginal y artesanal” a estar presente en todos los grandes eventos. “Se ha convertido en algo que empieza a ser escandaloso y un gran problema”, alerta.

Devolver la entrada: una posibilidad muy lejana de momento

Para Jordi Oliva, experto en industria musical y profesor de la UOC, este fenómeno vuelve a estar a la orden del día por la excesiva demanda que ha traído el regreso de este tipo de eventos. “Creo que el modelo nominativo está muy bien para evitar que los precios suban aún más de lo que ya lo han hecho los propios promotores, pero no es suficiente”, cuenta.

Rammstein en un concierto reciente en Berlín / RAMMSTEIN

Y es que, el hecho de que los tickets sean nominativos complica que, si al final no se puede acudir al evento, pueda ir otra persona en lugar del asistente original. “Los promotores deberían establecer otras medidas como una fecha límite para poder devolver las entradas, pero no les interesa por si se quedan con tickets sin vender o simplemente temen ganar menos”, cuenta Oliva. En opinión de Héctor Fouce, “no debe ser difícil implementar un sistema digital sencillo que permita cambiar el nombre o devolver la entrada si al final no puedes ir”.

Cambio de nombre por 20 euros

Algunos festivales como Granada Sound o FIB, producidos por la empresa valenciana The Music Republic, ofrecen la posibilidad de cambiar el nombre de sus entradas después de haberlas comprado. Eso sí, el precio por esta gestión es de 20 euros. Según Doctor Music, la modalidad de entrada nominativa es bien acogida por los fans, “ya que protege sus intereses y si hay quejas suelen venir de los revendedores”. Pero, algunos consumidores como Sara Galindo piensan que es una opción que sólo beneficia al promotor, en especial cuando se cobra por el cambio de nombre.

“En ese caso, si al final no puedo ir y quiero vender una entrada por el mismo precio al que me costó, la gente va a ir directamente al portal oficial porque le va a salir igual o más barato”, cuenta. David C., otro asistente habitual de conciertos opina que el modelo está bien, “pero deberían dar la opción de poder devolver la entrada si al final no puedes ir y que la pongan a la venta de nuevo”. En definitiva, habrá que observar cómo evoluciona este sistema y seguir en búsqueda de opciones que protejan los derechos e intereses de los consumidores.