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El Satisfyer masculino ni revoluciona ni succiona
La marca del autoplacer femenino no logra atrapar a los hombres con sus dispositivos eléctricos
La masturbación y el orgasmo femenino eran un tema tabú hasta hace relativamente poco. Pero las sociedades evolucionan y cada vez se habla con más libertad de todos los caminos que llevan al clímax, un placer biológico del que también se puede disfrutar en soledad. En España, la mitad de la población tiene un juguete erótico en casa y la mayoría lo utiliza todas las semanas.
A estas alturas, nadie duda de la influencia de la marca Satisfyer en la revolución del autoplacer femenino, que vive un auge sin precedentes gracias, en parte, a las maravillas que hacen sus succionadores en medio minuto. Sin embargo, un año después de lanzar al mercado sus masturbadores para hombres, la sección masculina en los sex shops sigue siendo minúscula y la mayoría de los clientes desconoce las funciones de los Satisfyer.
Un vibrador más
“Con el Satisfyer masculino ha habido una gran confusión porque la gente utiliza el nombre de la marca como sinónimo de succionador”, expone a Consumidor Global Aurea Gómez, responsable de la tienda erótica de Barcelona Vibracions. “Llegan, piden un succionador de Satisfyer y les recomendamos uno, pero no de esa marca porque para hombre no existe”, añade.
Según las tiendas y plataformas especializadas Lovesexing, Amantis, Vibracions y Erotic Feel, muchos clientes varones quieren un succionador que les pueda dar el mismo placer que tienen las mujeres. En ese punto, les explican que el Satisfyer Men Classic (30 euros), el Men Vibration (50) y el Men Heat Vibration (50) estimulan el pene con vibraciones profundas y efecto calor, pero que no succionan y por eso les dan alternativas.
Sin revolución masculina
La marca Satisfyer tira mucho y sus masturbadores para hombres “se van vendiendo, pero nada que ver con el de mujer”, apunta Diego Mediavilla, director de marketing de Erotic Feel, quien asegura que en 2019 llegaron a vender 9.000 unidades al día del modelo femenino. “En un turno de día vendo dos o tres Satisfyer Pro 2 para ellas. De los de hombre vendo uno a la semana”, apunta la dependienta de una tienda de juguetes sexuales.
Todos coinciden en que los productos de Satisfyer tienen una buena calidad-precio y mucho marketing detrás, pero que el éxito de las versiones masculinas ha sido relativo. “Falta que saquen una versión con succionador para hombre”, opinan Carolina Benítez, responsable de comunicación de Lovesexing.
Lo más parecido al Satisfyer femenino
Dejando a un lado los vibradores masculinos, lo más parecido al Satisfyer femenino que hay en el mercado “es el succionador para hombres Arcwave Ion”, asegura Gómez. Este juguete sexual de alta gama --tiene un precio de 189 euros-- cuenta con una tecnología Pleasure Air que genera ondas de aire pulsantes que estimulan los receptores del frenillo. “Son las mismas ondas que emite el Satisfyer en el clítoris”, apunta Mediavilla sobre el Arcwave Ion. Tanto es así que la propia marca “promete a los hombres experimentar el orgasmo femenino”.
Por su parte, desde Amantis aconsejan el simulador de sexo oral AirTurn 2, que tiene cinco modos de succión, seis de vibración, efecto calor y cuesta 80 euros, o el F1 de la marca de lujo Lelo, un succionador que también trabaja con ondas y se vende por 219 euros.
Un precio nada placentero
Mientras los succionadores de clítoris de Satisfyer se pueden conseguir a partir de 24 euros, el precio de los masculinos se dispara y no está al alcance de todos los bolsillos. “Los costes de producción de fabricar 10 millones de unidades no tienen nada que ver con los de hacer 10.000 ejemplares”, explica Mediavilla en referencia al Satisfyer Pro 2 y a los succionadores para hombres. Y es que los comerciantes aseguran que por cada juguete sexual masculino se venden 10 femeninos.
“La gente está dispuesta a pagar mucho por unas deportivas de marca, pero en lo que respecta a los juguetes eróticos en nuestro país todavía se mira mucho el precio”, sentencia Gómez. Desde el sector coinciden en que últimamente están saliendo modelos para hombres con tecnologías increíbles, pero que los más vendidos son los más básicos: huevos y vaginas.