Plataformas de reclamación como Reclamador.es o Airhelp han coincidido en que los retrasos de los vuelos producidos este viernes en los aeropuertos de Aena por la caída de Microsoft son considerados de fuerza mayor, por lo que no se podrían solicitar reembolsos.
Tal y como ha explicado Reclamador.es, las incidencias que no son reclamables son aquellas en las que los retrasos o cancelaciones de los vuelos se producen como consecuencia de un motivo que es ajeno a la propia aerolínea, los llamados casos de fuerza mayor. Por este motivo, la plataforma ha aclarado que no se pueden solicitar las indemnizaciones comprendidas entre 250 y 600 euros establecidas por el Reglamento 261/2004.
Los derechos de los pasajeros
Asimismo, las aerolíneas están obligadas a informar a los pasajeros acerca de los derechos que les asisten en caso de una problemática de este tipo, tal y como recoge el artículo 14 del Reglamento Europeo 261/2004, al señalar que "el transportista aéreo encargado de efectuar un vuelo que deniegue el embarque o cancele un vuelo deberá proporcionar a cada uno de los pasajeros afectados un impreso en el que se indiquen las normas en materia de compensación y asistencia con arreglo al presente Reglamento".
Las incidencias que no son reclamables son aquellas en las que los retrasos o cancelaciones de los vuelos se producen como consecuencia de un motivo que es ajeno a la propia aerolínea (los llamados casos de fuerza mayor), como podría ser un hackeo o una caída de los sistemas de Microsoft. En este sentido, la Unión Nacional de Agencias de Viajes (Unav) ha emitido hoy una comunicado a sus asociados sobre las obligaciones que tienen las compañías aéreas ante este tipo circunstancias "inevitables y extraordinarias".
Derecho a comida y alojamiento
Sin embargo, varias asociaciones han recordado que los afectados por las cancelaciones de vuelos provocadas por el fallo de Microsoft en los aeropuertos de Aena tienen derecho a comida y alojamiento en hotel si lo necesitan.
Además, Facua ha explicado que si el vuelo sale finalmente a su hora prevista, pero el usuario no ha podido cogerlo por problemas provocados por este fallo informático -retrasos en la facturación de la maleta o imposibilidad de aparcar el coche-, habrá que determinar qué entidad ha sido la responsable y cuál puede ser su grado de responsabilidad por lo ocurrido.