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Un restaurante le cobra 120€ de penalización por cancelar una reserva 16 horas antes y responde así
La elevada sanción del Hotel-Restaurante Javier Montero a un cliente que anuló una mesa un día antes por estar indispuesto, pone en cuestión este procedimiento para evitar las bajas inesperadas
El debate sobre si es legal o razonable cobrar una cantidad de dinero cuando se cancela una reserva para un restaurante sin la suficiente antelación, sigue teniendo absoluta vigencia.
Por ello, los clientes que sufren la falta de flexibilidad de algunos hosteleros ponen el grito en el cielo y tratan de evitar lo que consideran un atropello. Es el caso de uno de los establecimientos más prestigiosos de Lugo, el Hotel-Restaurante Javier Montero, en Ribadeo, muy cerca de la frontera asturiana.
Tarjeta de crédito como garantía
Durante unas recientes vacaciones por el norte de España, Juan Carlos S. reservó una mesa para cuatro personas por teléfono (debido a la imposibilidad de completar la gestión a través de la web) en el citado restaurante. Y le fueron solicitados todos los datos de la tarjeta de crédito, incluido el código de verificación (CVV).
La persona que le atendió justificó tales exigencias en la cantidad de casos que se habían encontrado de supuestos clientes que, finalmente, les dejaban plantados sin avisarles de la anulación de la reserva.
Intoxicación alimentaria
La fecha reservada para la comida era dos semanas después de la llamada, a las 14.00 horas. Sin embargo, Juan Carlos S. tuvo la mala suerte de sufrir una intoxicación alimentaria 48 horas antes de la cita.
El cliente decidió esperar a ver cómo evolucionaba su estado, pero la víspera de la fecha reservada se dio por vencido y se convenció de que no podría acudir a la comida (para lo que, además, tenía que desplazarse más de 100 kilómetros).
Aviso con 16 horas de antelación
Finalmente, el día anterior a la cita, alrededor de las 22.00 horas (es decir, unas 16 horas antes de la hora reservada), envió un mail para anularla, explicando las razones por las que no podían acudir.
Pero la respuesta del restaurante fue inapelable: al no haber realizado la anulación con, al menos, 24 horas de antelación, se le cargaría en la tarjeta de crédito 30 euros por persona, es decir, 120 euros en total.
El cliente reacciona
A Juan Carlos S. no le gustó nada que, a pesar de haber llamado el día anterior y sufrir una intoxicación, el Hotel-Restaurante Javier Montero decidiese cargarle una penalización tan elevada.
“120 euros por no comer es un auténtico robo”, señala el afectado. Así que, tras meditarlo aquella noche, decidió tomar medidas. Por la mañana, tras comprobar que aún no le habían cargado la penalización en la tarjeta, llamó al banco y solicitó la anulación de la misma por haberla perdido.
Un procedimiento dudosamente legal
Juan Carlos S. admite que le incomodó pasar el resto de las vacaciones sin la tarjeta de crédito, “pero, al menos, conservo los 120 euros”, subraya.
Eso sí, el afectado se pregunta si es legal cobrar una penalización de 30 euros por comensal por anular una reserva el día anterior. Y lo cierto es que los juristas consultados por Consumidor Global no lo tienen claro.
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