Oslo tiene siete años de vida y ya ha recorrido buena parte de España en alta velocidad. Ha viajado sin problemas en los vagones de Renfe, Ouigo e Iryo, siempre cumpliendo con las normativas.
Sin embargo, las políticas de estas tres compañías ferroviarias, cambiantes y a menudo contradictorias, lo han dejado en tierra en varias ocasiones. ¿El motivo? Oslo es un conejo.
Condiciones confusas
Todo comenzó con Renfe. El dueño de Oslo, José Manuel Ávalos, recuerda cómo, hace dos años, la política de transporte de la empresa era confusa. “Decían que admitían animales de menos de 10 kilos en transportines, pero no especificaban si los conejos entraban en esa categoría. Mencionaban ejemplos como perros y gatos, pero nada más”.
Esta falta de claridad dio lugar a un episodio frustrante. “Nos dejaron en tierra, alegando que los conejos no eran considerados mascotas de compañía permitidas. Fue el primer golpe, pero no el último”, afirma Ávalos.
El cambio de opinión de Ouigo
Al principio, tras la negativa de Renfe, Ouigo parecía ofrecer una solución. La empresa permitía el transporte de mascotas pequeñas en transportines, y Oslo viajaba sin inconvenientes. Pero todo cambió una Navidad, cuando el personal de la estación le negó el acceso. “Me dijeron que estaba en su política, pero al revisar su web no había claridad”, critica el joven.
Esa negativa le costó 350 euros en billetes perdidos y la frustración de no poder realizar el viaje planeado. Desde entonces, José Manuel adoptó una precaución casi obsesiva, revisando exhaustivamente las normativas de cada compañía antes de cada trayecto para evitar nuevos contratiempos.
El breve respiro con Iryo
Iryo, la más reciente incorporación al panorama ferroviario español, parecía traer un nuevo respiro. Al principio, Ávalos y su conejo pudieron viajar sin inconvenientes. “No había problemas porque su normativa no lo especificaba”, comenta.
Sin embargo, esa etapa de tranquilidad fue breve. Hace menos de un año, la compañía actualizó sus políticas y excluyó a los conejos de la lista de animales admitidos, un cambio que José Manuel descubrió de manera inesperada al llegar a la estación.
Sin explicaciones claras
“Llegué confiado, pero me informaron que Oslo no podía subir. Fue un golpe duro, especialmente porque ya había viajado varias veces con ellos sin problemas y nadie me notificó del cambio en la normativa”, relata Ávalos. Lo que más le indignó no fue sólo la prohibición, sino la actitud del personal de Iryo.
“No ofrecieron explicaciones claras, solo insistían en que era política de la empresa. Perdí el billete de ida y, aunque me reembolsaron el de vuelta, las formas fueron decepcionantes. Fue una experiencia realmente frustrante”, subraya.
Más de 500 euros en pérdidas
En total, Ávalos ha perdido más de 500 euros en billetes debido a las inconsistencias de las compañías ferroviarias. Además de los costes económicos, está el impacto emocional.
“Es agotador tener que revisar las políticas cada vez que viajas. Nunca sabes si habrán cambiado algo”, comenta el afectado. “Las compañías podrían, al menos, notificar a los usuarios frecuentes sobre los cambios en sus normativas. La falta de comunicación efectiva es inadmisible”, añade.
Las disparidades de las empresas
Las disparidades entre las normativas de las principales empresas ferroviarias —Renfe, Ouigo e Iryo— han creado un entorno donde los viajeros con mascotas deben navegar por un sistema opaco y, a menudo, arbitrario. Renfe ha liderado un cambio al ampliar sus políticas para incluir incluso a perros de mayor tamaño en algunos trenes AVE.
En contraste, Ouigo e Iryo han adoptado posiciones más restrictivas, excluyendo a los conejos y otros pequeños animales domésticos sin ofrecer explicaciones claras. “Si permiten perros y gatos, ¿por qué no conejos? No representan ningún peligro, y Oslo viaja siempre en un transportín cerrado. Es un animal tranquilo”, explica Ávalos.
Cuál es la normativa actual de Renfe, Ouigo e Iryo
Consumidor Global se ha puesto en contacto con Renfe, Ouigo e Iryo para conocer su normativa actual respecto a las mascotas y el motivo de los cambios respectivos. Por su parte, Renfe ha confirmado que “actualmente está permitido viajar con mascotas de hasta 10 kilos y perros de hasta 40 kilos (en diversos trayectos)”.
Por otro lado, Iryo ha señalado que en sus condiciones “nunca ha estado permitido viajar con conejos, siendo posible hacerlo exclusivamente con un animal doméstico por persona. Según la ley de Bienestar Animal, aprobada en marzo de 2023, se considera animales de compañía exclusivamente a los perros, gatos y hurones y, por tanto, estos son los únicos permitidos en los operadores de tren. Iryo ha integrado esta ley en su normativa desde el principio”. Las veces que ha viajado Ávalos son, para la compañía, casos “excepcionales”. Por último, Ouigo confirma que no se puede viajar con conejos en sus trenes.