Los pasos de Semana Santa tampoco verán las calles en 2021. El año pasado fue el confinamiento y esta vez serán las restricciones sanitarias las que impidan disfrutar de estos festejos. La situación epidemiológica en España todavía no está controlada y las autoridades prohíben determinados eventos para evitar aglomeraciones. Por ello, cofradías y hermandades viven con desasosiego la imposibilidad de sacar en procesión sus imágenes, mientras que los más devotos se resignan a una celebración a medias. Sin embargo, el arte, el ingenio y la pasión con la que muchos acogen estas fechas ofrecen alternativas para mitigar --un poco al menos-- la situación.
Se trata de los pasos de Semana Santa en miniatura, o como muchos los llaman, los pasitos. Son réplicas a pequeña escala de los tronos, figuras y ornamentos que procesionan por las calles en esta época y que permiten, hasta cierto punto, recrear los festejos en el salón de casa. “El año pasado ya se notó un incremento de las ventas, pero este 2021 todavía más”, asevera a Consumidor Global José Manuel García, director comercial de Dearmonía, una tienda de Tomelloso (Ciudad Real) especializada en artículos religiosos para estas fechas. En 2020 este establecimiento registró un aumento del 30 % en la compra de este tipo de productos y, aunque estima que la subida será mayor este año, todavía es pronto para fijar una cifra. “Se han elevado las ventas debido a que la gente no va a poder ver la Semana Santa en la calle”, argumenta García.
Maquetas de varios cientos de euros
El modelismo cofrade --como se conoce a esta disciplina-- tiene mucho peso en Andalucía, donde la Semana Santa se vive con más fervor. Por ese motivo no es de extrañar que buena parte de las tiendas que comercializan estas maquetas religiosas se encuentren en la comunidad y que la mayoría de los pedidos procedan de la misma. “También se pide mucho desde Castilla-La Mancha y Castilla León, donde empieza a gustar mucho este tema”, asevera el director comercial de Dearmonía.
Sara Casal regenta Arte Sacro Jerez, un establecimiento que fabrica desde hace casi siete años piezas de este tipo de forma artesanal. “El tamaño, los materiales, la dificultad del diseño, si se quiere el paso pintado o sin pintar, los ornamentos, si tiene figura o no…” son algunos de los principales factores que inciden en el precio de estas maquetas, explica. Las miniaturas más económicas que se pueden encontrar en su web cuestan 25 euros, mientras que las más caras llegan hasta los 150 euros. Sin embargo, en otras páginas se pueden encontrar pasitos cuyo valor se dispara hasta casi 400 euros. Si estas cifras ya parecen elevadas, hay quien señala que incluso se puede llegar a pagar todavía más. “Hay pasos que pueden valer 1.800 euros porque los hacen artesanos muy exclusivos. Hace años nosotros vendíamos algunas miniaturas que valían casi 300.000 pesetas --1.800 euros al cambio actual--”, asevera a este medio Triana Sánchez, responsable de la popular tienda sevillana Mundo Cofrade.
Las figuras de santos o vírgenes no tienen tirón
Dentro del modelismo cofrade existen diferentes opciones. Al margen de poder comprar un paso en miniatura ya montado y listo para ser colocado en cualquier rincón del hogar, también hay quien desarrolla este hobby de otro modo. Por un lado, algunos adquieren las piezas sin pintar y luego las decoran a su gusto. Asimismo, otras personas prefieren comprar las estructuras básicas y luego modificarlas y darles un estilo propio. De hecho, el nivel de personalización es muy amplio y en los canales online de este tipo de tiendas es habitual encontrar una amplia gama de elementos específicos como peanas, canastillas, cruces, medias lunas, coronas o diademas, entre otros. Acerca de cuáles son los objetos que levantan más pasiones entre los aficionados a esta disciplina, los dueños de las tiendas consultadas coinciden en la dificultad para determinar los más codiciados. Uno de los motivos que explica esa situación es la gran diversidad de imágenes y tronos que hay en España. “Al final, los cofrades y los devotos quieren tener el pasito de su propia hermandad en casa. Hay muchos manitas y la gente hace auténticas maravillas”, señala Casal.
En el lado contrario, uno de los elementos que carece de tirón son las figuras de los santos o de las vírgenes. “A pesar de la dificultad, la gente suele hacérselas en su casa con barro o plastilina porque las miniaturas de las imágenes, por lo general, no se parecen en nada a las originales”, considera García.
Una afición para veinteañeros y octogenarios
Emilio Aliaño es un joven de 26 años que reside en Jerez de la Frontera. Comenzó a desarrollar la afición por el modelismo cofrade de pequeño y ahora vende en internet algunas de las piezas que fabrica en su propia casa. En su catálogo de artesanías hay desde un lote de figuras del paso de misterio de la Hermandad de San Benito (Sevilla) --200 euros--, hasta una miniatura del Señor Cautivo de Medinaceli que comercializa por 25 euros. Su volumen de ventas es bastante pequeño, pero afirma que es una forma de exponer una actividad que desarrolla a lo largo de todo el año. “Cuando más se vende es en Navidad, además de en Semana Santa”, relata el joven a este medio. Al igual que él, José Manuel Bravo --de 28 años-- también desarrolla esta afición desde hace tiempo. “La Semana Santa, además de religión, también es arte y cultura. Las miniaturas de los pasos también tienen esos componentes”, asevera.
Así, esta disciplina levanta pasiones en personas de todas las edades. Según Casal, la responsable de Arte Sacro, a su tienda entran desde padres para comprar miniatura para niños, hasta clientes octogenarios o veinteañeros. “Estas maquetas ayudan a paliar esa falta de calle en esta Semana Santa. En este mundillo hay algunos que hace auténticas maravillas y lo cierto es que este año la gente lo vive todavía más porque estamos como estamos”, valora. Los pasos no saldrán a la calle y las ciudades no se llenarán del arte y la pasión que evocan estas fiestas, pero, como se suele decir, la procesión va por dentro. En este caso, de casa.