Doña Blanca de Borbón fue una noble francesa que nació en el año 1339 en la localidad de Vincennes y murió asesinada en 1361 en Medina Sidonia (Cádiz), con tan solo 22 años. No obstante, esta sobrina del rey de Francia podría seguir presente, de un modo inquietante, a unos 800 kilómetros de allí: hay quienes creen que su fantasma mora en el Parador de Sigüenza (Guadalajara), una imponente fortaleza del siglo XII que en 1976 pasó a convertirse en un majestuoso Parador.
Así, visitarlo (no hace falta alojarse en sus habitaciones: se puede acudir al restaurante a disfrutar de la gastronomía castellanomanchega) puede ser un plan ideal para celebrar Halloween el próximo año y mezclar el misterio con la tradición.
Esposa de Pedro I el Cruel
La Guía Repsol explica la leyenda: Pedro I el Cruel, antes de comenzar sus sangrientas guerras con el reino de Granada, con el de Aragón y con sus hermanos bastardos, se casó con Doña Blanca. Como era habitual en la época, el objetivo del enlace era fortalecer las relaciones entre la monarquía castellana y la gala.
No obstante, Pedro era un hombre temperamental y vengativo que tiempo después abandonó a su esposa para irse con su amante. Siguiendo las órdenes del rey, unos obispos declararon nulo el matrimonio, lo que causó conmoción entre la nobleza toledana y hasta en el Papado.
Encierro y asesinato
Temiendo que su agravio a Doña Blanca desencadenara una revuelta de los nobles, que deseaban deponerle contando con el apoyo de la señora, este monarca mandó encerrar a Doña Blanca en el castillo de Sigüenza. Años más tarde, la noble murió en Medina Sidonia “en extrañas circunstancias”, según algunos cronistas, envenenada por orden del monarca.
Tal y como explica la Real Academia de la Historia, años más tarde se instaló en una torre de Medina-Sidonia una lápida que dice, muy expresivamente, lo siguiente: “En esta torre estuvo presa y acabó sus días a manos del ballestero Juan Pérez de Rebolledo en el año 1361 la virtuosa y desventurada reina doña Blanca de Borbón, esposa de don Pedro de Castilla”.
Un alojamiento de cuatro estrellas
Hoy, la historia del fantasma es un reclamo más del Parador, un establecimiento de cuatro estrellas que se enorgullece de contar con habitaciones que combinan a la perfección el diseño y los servicios modernos. “En cada una de ellas podrás disfrutar de la comodidad, elegancia del diseño y el mobiliario y las mejores vistas en destinos a los que querrás volver una y otra vez”, explica Paradores en la web.
La historia del Parador es extensísima. A mediados del siglo XV volvió a ser el escenario de guerras internas del Reino de Castilla, y más adelante, en 1710, habitó en él el pretendiente austriaco al trono de España, archiduque Carlos de Austria. Durante la ocupación napoleónica se convirtió en cuartel de las tropas francesas, y sufrió destrozos tanto durante las guerras carlistas como durante la Guerra Civil.
Reformas
Actualmente, el Parador está cerrado. Se están realizando una serie de obras que tardarán meses en completarse, y para las que se han destinado más de 7,6 millones de euros. Los trabajos de mejora y modernización de este icono de Sigüenza contemplan la reforma integral de la cocina principal y la completa renovación de todo su equipamiento para mejorar las condiciones operativas.
En cuanto a las habitaciones, se procederá a la reforma total de 20 baños para modernizar sus instalaciones y se procederá al cambio de las bañeras por platos de duchas.
Sucesos espeluznantes
A modo de anécdota, la Guía Repsol recoge las declaraciones del jefe de recepción del Parador, que relata uno de los episodios más espeluznantes que vivió allí: “Una británica en camisón se me presentó sonámbula en la recepción”, desveló.
Más allá del episodio, entre cómico y espeluznante, el recepcionista admitía que “pasar una noche de tormenta aquí impone muchísimo”.