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Este Parador esconde un misterio por resolver: te hará sentir como en una novela de Agatha Christie
El histórico edificio, construido como panteón real en el siglo VIII, es una de las joyas de la red pública hotelera y está situado a los pies de los Picos de Europa
Desde la ventana del Monasterio de San Pedro Villanueva, con el límpido azul del río Sella y los espectaculares Picos de Europa nevados en el horizonte, el paisaje es arrebatador. Estamos en una de las joyas de la red pública Paradores, en lo que a ubicación y arquitectura se refiere, pero también en un edificio que esconde un misterio digno de una novela de Agatha Christie.
El edificio fue construido como panteón real por Alfonso I el Católico, el tercer rey del Reino de Asturias, en el lugar exacto que había ocupado el palacio de su antecesor, el rey Favila. Cuatro siglos después, los monjes benedictinos levantaron el Monasterio de Villanueva, declarado Monumento Nacional en 1907. Pero además, el edificio esconde “una historia emocionantísima”, asegura Ignacio Bosch, director del Parador de Cangas de Onís.
El Parador de Cangas: panteón, monasterio y hotel
El hotel fue inaugurado en 1998, cuando se rehabilitó el convento benedictino. El edificio todavía conserva las magníficas estancias de piedra y madera y el estilo romántico de una reforma que data del siglo XII.
Es cierto que de su primera época, cuando fuera panteón real, no queda nada, pero en la iglesia sí perdura un bello capitel que narra la despedida de Favila de su esposa y el posterior ataque del oso que le quitó la vida.
El misterio de la abadía
Como si te adentraras en una novela de misterio, el Parador de Cangas de Onís ofrece Un misterio en la abadía, una actividad que pone a prueba el talento investigador de los participantes.
Hace ya muchos siglos, tras los muros de este milenario cenobio tuvo lugar un asesinato. Una muerte cuyas claves deberás resolver siguiendo las pistas que encontrarás en puntos estratégicos del Parador. Pasarás por el restaurante, la biblioteca y el claustro de un monasterio en el que apenas habitaron ocho o nueve monjes a la vez, y te sentirás como Guillermo de Baskerville en El nombre de la Rosa. ¿La resolución? La resolución del misterio de esta visita teatralizada se encuentra en manos de un monje benedictino. ¿Llegarás hasta el final?
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