Durante las vacaciones de verano, los ladrones aprovechan cualquier oportunidad para robar. Desde los teléfonos móviles de los transeúntes hasta los coches.
Para llevar a cabo sus delitos, se valen de todo tipo de triquiñuelas. La mayoría de ellas suelen ser cebos que pasan totalmente desapercibidos a cualquier persona. Es el caso de la trampa de la lata.
¿En qué consiste el timo de la lata?
El timo de la lata es uno de los modus operandi que está aplicando los ladrones para robar coches. Consiste en atar un hilo a una --o varias-- latas vacías de bebida. El otro extremo se anuda a alguna parte del vehículo. Zonas discretas como puede ser la matrícula, el silenciador o el eje trasero.
Cuando el dueño del coche lo pone en funcionamiento, rápidamente escucha un ruido raro. La tendencia natural es detenerse y bajarse a revisar qué puede ir mal. Es en este momento el que aprovechan los delincuentes para salir a todo gas con el coche.
Cómo evitar que te roben el coche
Para reducir el riesgo de ser víctima de un robo así, hay que tomar una serie de precauciones. En primer lugar y llegada la situación, lo más recomendable es no detenerse en ese momento. Es mejor continuar unos 200 metros más como si no se escuchase ningún ruido.
Pese a haber guardado cierta distancia, siempre es mejor echar un vistazo antes de bajarse del vehículo. Puede ser que el ladrón tenga cómplices. Y, lo más importante, nunca hay que dejarse las llaves puestas. Siempre es mejor quitarlas y cerrar el vehículo. De lo contrario, no se considera robo sino hurto. Podría haber problemas para cobrar el seguro.