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Nos perdemos en el tétrico y oscuro laberinto de Tim Burton
Consumidor Global se adentra en las entrañas de las obras del cineasta a través de la experiencia inmersiva que se inaugura en Barcelona este viernes
Una firma casi imperceptible del retorcido y fantástico Tim Burton se esconde en un recóndito lugar de la entrada del laberinto. El cineasta parece que se quedó sin tinta y decidió probar de nuevo con un tono firme y oscuro en el lateral, a la vista de todos. Al atravesar hay un botón iluminado en el centro de la sala que ya se ambienta en el mundo del maestro. Hay cuatro puertas y aquel botón señala por cuál se debe entrar mientras suenan las bandas sonoras de sus largometrajes. La puerta número uno se ilumina y en ese momento comienza la aventura en solitario en el Laberinto de Tim Burton, que abre todas sus puertas este 8 de marzo en Barcelona.
Con curiosidad, giro la manija para llegar a un estrecho pasillo con rayas en la pared y aparecen los primeros bocetos de Burton. Aquí dentro sólo hay una puerta y salgo por ella para sumergirme en una estancia que recrea el universo de Batman vuelve (1992), donde el director de cine convierte a personajes unidimensionales de cómics en entidades ricas y melancólicas. No desvelo qué puerta elijo y continúo perdiéndome en este laberinto donde no se puede retroceder.
Sus personajes tan incomprendidos como entrañables
Como en el filme que nace de la historia de Lewis Carroll, el gato de Alicia en el País de las Maravillas (2010) va haciendo sus espontáneas apariciones en aquella inmensa sala. No es ninguna sorpresa que los animales vaguen por las obras de arte de Tim Burton. Tras cruzar una nueva puerta, me encuentro con una de las protagonistas, la Reina Roja, una escultura que me señala con enfado. Parece tan real que su desafiante mirada me hace temer por mi cabeza. Es apropiado que este personaje esté confinado en una lujosa habitación acolchada.
El país de Alicia se deja atrás y de frente tengo a Víctor y Victoria, la pareja de La novia cadáver (2005). La dulce música que pertenece a esta reconocida película impregna la sala y me hace observar enternecida los primeros bocetos que luego se convertirían en una historia, en la cual los muertos siguen teniendo ese impredecible sentimiento: el amor. La siguiente parada prosigue a la oscuridad melancólica característica del autor.
Sus protagonistas
A medida que se van cruzando puertas, las dimensiones cambian. Mientras algunas se agrandan, otras se comprimen, lo que da emoción a este cambiante laberinto. Y, por fin, conozco a uno de los personajes más asociados a Burton. Eduardo Manostijeras (1990) con pelos alocados está presente en la sala y, de fondo, se escucha el estremecedor sonido del corte de unas tijeras. Quién no ha tenido alguna que otra pesadilla con este chico incompleto.
Avanzo y llego al mundo de Pesadilla antes de Navidad (1993) con el enorme esqueleto de Jack presidiendo la sala. Los dibujos rellenan el resto de la azulada habitación. Me dispongo a continuar y, de nuevo, está Johnny Depp, esta vez caracterizado de Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet (2007). El ambiente se ensombrece cuando cada cierto tiempo se escucha la tajadura de una cuchilla.
El conseguido decorado
La sala de Charlie y la fábrica de chocolate (2005) tiene a sus pequeños Oompa Loompas distribuidos en una gigantesca habitación con árboles de caramelo y puertas de chocolate. Aunque no son comestibles, el decorado está tan conseguido que lo puede llegar a parecer. Las paredes son espejos, lo que le da más sensación de inmensidad.
El laberinto da tantas vueltas que vuelvo al País de las Maravillas para encontrarme con el Sombrerero. Una figura llamativa que se abre camino a través de un paisaje onírico de hongos gigantes. Entre sus bocetos, casi nunca firmados, se encuentra uno de este personaje con una taza de café en la mano, aunque dibujado de una manera tan abstracta que lo convierte en arte.
¿Qué es?
Llego a una sala donde no reconozco a ningún personaje, sin embargo, todos ellos tienen la esencia de Burton. En esta sala se presenta una batalla épica entre terribles monstruos y soldados. La escena muestra una pelea violenta creada originalmente para el libro El arte de Tim Burton a partir de múltiples dibujos. El equipo de la exposición ha animado la escena utilizando las obras originales como inspiración.
Abro la siguiente puerta y me llevo un chasco. Es la última y acabo de salir de este universo. Podría haber elegido otra puerta y haber continuado en el interior del tétrico y oscuro laberinto del cineasta. Hay salas que, quizás, no he visto. Rememoro películas y me faltan algunas en el listado. Me gustaría volver sobre mis pasos y perderme en las entrañas de los personajes de las obras de Burton.
Más información de la exposición
Después de haber descubierto los entresijos de sus obras en Madrid, París y Bruselas, la exposición inmersiva se inaugurará este 8 de marzo en Barcelona. La experiencia, que ha sido creada por la productora Letsgo en colaboración con el propio Burton, se trata de un recorrido laberíntico por “muchas salas” (los organizadores prefieren no revelar el número exacto) para perderse mientras se juega a elegir entre la puerta 1, 2, 3 o 4.
En cada sala, los visitantes pueden encontrar esculturas a tamaño real, pinturas originales, arte multimedia, vestuario, escenografía y efectos especiales, que recrean el universo creativo y personal de Burton. Además, se pueden ver más de 200 bocetos originales del cineasta, que muestran su proceso de trabajo y su evolución artística. Las entradas para la exposición, que tiene una duración aproximada de una hora, se pueden adquirir desde los 14 euros por persona.
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