En el Museo del Prado se conserva el retrato de la emperatriz María de Austria, pintado por Antonio Moro en 1551, cuando era regente de España durante la ausencia de su hermano Felipe II. En el cuadro se puede apreciar como porta un guante en una mano mientras agarra otro con la misma. Sin embargo, poco tiene que ver con el frío.
En el pasado, esta prenda también tenía un significado social y político, especialmente entre la nobleza. Uno de los aspectos más curiosos y fascinantes es que muchos de ellos eran perfumados con esencias aromáticas. Los guantes perfumados no solo servían para embellecer y adornar las manos, sino también para disimular el olor corporal o ambiental. Así lo explican desde el Museo del Prado.
¿A qué olían?
Los guantes perfumados se impregnaban con una mezcla de aceites esenciales, almizcle, ámbar gris, civeta y otros ingredientes aromáticos. Finalmente se adornaban con bordados, encajes o joyas. Estos se convirtieron en un accesorio de moda entre la nobleza europea y se usaban en ocasiones especiales, como bodas, coronaciones o fiestas.
Los guantes perfumados tenían diferentes aromas según el gusto y la personalidad de quien los llevaba. Algunos de los aromas más populares eran el ámbar, el jazmín, el nardo, el sándalo, el clavel o la rosa. De hecho, en el video publicado en TikTok por el Museo, el profesional muestra la experiencia olfativa instalada al lado del cuadro en la cual se puede oler el guante de la emperatriz. “Una maravilla”, destaca sin añadir a qué huelen con exactitud.
El poder de María de Austria
Los guantes perfumados simbolizan el poder y la autoridad de María de Austria como regente del Imperio español. También expresan su elegancia y su distinción como miembro de la casa de Habsburgo. Además, los guantes perfumados sugieren su virtud y su castidad como mujer soltera y religiosa.
El retrato de María de Austria es solo uno de los muchos ejemplos que muestran el valor histórico y cultural de los guantes perfumados en la nobleza del pasado. Los guantes perfumados fueron una prenda que trascendió su función práctica para convertirse en un signo de identidad y prestigio social.