0 opiniones
Un museo dentro de una montaña: el histórico edificio del Retiro que reabre tras 18 años abandonado
El Ayuntamiento de Madrid recupera este bucólico espacio, construido en 1820 por capricho de Fernando VII, que albergará una sala de exposiciones
Algunas hojas verdes le han salido. Otras, se han secado y ya no son. El techo, que antes estaba cubierto de tierra y vegetación, se ha sustituido por uno de cristal que hace las veces de lucernario. Hace 18 años que nadie admira su enorme bóveda de ladrillo ni pasea por los frondosos senderos circundantes, pero, muy pronto, el agua volverá a correr por sus cascadas, cisnes y peces nadarán en el estanque, la valla metálica que impide el paso se mudará a otra obra y la puerta de la montaña se abrirá de nuevo. Es la Montaña Artificial, el histórico edificio del Parque del Retiro (Madrid) que reabre tras 18 años abandonado.
Ahora que de todo esto hace casi 20 años, “los que amamos el Retiro no podemos estar más contentos. Es el edificio romántico más importante del Parque. Es una joya que había caído en el olvido”, expone a Consumidor Global Antonello Dellanotte, el fotógrafo y director de RetiroExperience, una plataforma divulgativa sobre estas 118 hectáreas verdes del corazón de Madrid que desde julio de 2021 son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y forman parte, junto al Museo del Prado y el Barrio de los Jerónimos, del denominado Paisaje de la luz.
Un museo dentro de una montaña
Corría el año 1817 cuando el monarca Fernando VII mandó construir una serie de caprichos --edificios y paisajes singulares para deleitar a sus invitados-- en una zona reservada a la realeza dentro del Parque del Retiro. Así fue como Isidro González Velázquez, el arquitecto real, ideó la Montaña Artificial, la Casita del Pescador y la Casa de Fieras, entre otras edificaciones.
Capricho de Reyes primero y refugio de gatos después --durante décadas, la gran colonia de gatos que hay en el Retiro tomó la bóveda de la colina para criar y protegerse del frío--, la también conocida como Montaña de los Gatos acogió su última exposición en 2002. Un par de años después, unos desprendimientos hicieron que fuera clausurada y vallada. En 2018, coincidiendo con el 150 aniversario de El Retiro, se convocó un concurso público para la rehabilitación del espacio, pero quedó desierto. “Vamos a recuperar este entorno emblemático tan querido por todos los madrileños. La Montaña Artificial volverá a acoger exposiciones permanentes vinculadas a la historia del Parque del Retiro”, declaró el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, antes del inicio de las obras en octubre de 2022.
La Montaña Artificial: fecha de reapertura
Al preguntar al consistorio madrileño por el estado de las obras y si ya puede concretar una fecha aproximada de apertura de la Montaña Artificial, se limitan a reenviar el comunicado que enviaron en septiembre de 2022: “Podrá visitarse a partir de la primavera de 2023”.
Por suerte, fuentes de la Asociación de los Amigos de los Jardines del Buen Retiro aseguran a Consumidor Global que la reforma integral, que supondrá una inversión de 2,6 millones de euros, va a “buen ritmo”, por lo que la reapertura, prevista en un inicio para finales de mayo, no sólo se cumplirá, sino que “intentaremos adelantarla”. Sí, es otro milagro de la primavera.
Vuelta al pasado
La recuperación que llevará a cabo el Ayuntamiento de Madrid primará en todo momento el respeto a la construcción original, manteniendo el volumen de la bóveda --formada por una cúpula de 14 metros de diámetro y 11 metros de altura--, y mejorando su cubrición. La Montaña Artificial “es una verdadera obra de ingeniería. Es una especie de triple salto mortal con tirabuzón de la arquitectura romántica”, apunta Dellanotte, quien asegura que entrar en ella es como introducirse en las entrañas de un bosque.
“Volverán a poner los lagos y las cascadas, y la Montaña Artificial recuperará el bucolismo de antaño”, añade el experto, quien opina que, desde que se declaró Patrimonio de la Humanidad el Paisaje de la luz, “el ayuntamiento ha tenido que comprometerse mucho más” con el mantenimiento y recuperación de estas joyas.
Un abandono inexplicable
¿Cómo puede permanecer un edificio histórico, ubicado en un enclave único, abandonado y cerrado al público durante cerca de 20 años? “Un cierre tan prolongado es casi inexplicable”, opina el profesor de historia contemporánea de la Universidad de Barcelona (UB) Alberto Pellegrini. “Desgraciadamente, pasa muy a menudo. El desinterés de las administraciones y el coste de las obras de rehabilitación y mantenimiento suelen ser los motivos más habituales. Se olvidan durante dos décadas y, de repente, se despiertan”, añade el historiador.
“Hay que intentar que vestigios como la Montaña Artificial perduren dándoles un uso bien pensado. Lo importante es estudiar qué será significativo en el futuro de nuestro pasado y nuestro presente. ¿Preservar o modernizar? El equilibrio es difícil”, apunta el profesor de historia de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Jaume Claret sobre este bucólico espacio.
Otros edificios olvidados
Los historiadores recuerdan que edificios tan importantes como el Estadio Olímpico de Barcelona, que se construyó para las Olimpiadas alternativas a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, también han pasado por épocas de abandono. “Durante años, estuvo lleno de barracas”, apunta Claret sobre el que será el próximo estadio del FC Barcelona. Y lo mismo ha sucedido con infinidad de edificios levantados para las Exposiciones Universales de Sevilla, Zaragoza o Barcelona. “Se les suelen buscar nuevos usos, pero muchos acaban en el olvido”, añade el especialista.
“Como historiador y apasionado del arte, siempre estoy a favor de que se recuperen y mantengan los máximos espacios. La Plaza de toros de las Arenas, que se ha transformado en centro comercial, me parece una barbaridad. Hay que esforzarse por mantener la esencia de la historia y conocer el pasado porque es nuestra memoria”, explica Pellegrini. De momento, este mayo, los madrileños presenciarán otro milagro de la primavera en el Buen Retiro.
Desbloquear para comentar