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Largas colas en los parques acuáticos para huir del calor: “No había tanta gente desde 2016”

Los recintos que ofrecen actividades de agua han subido sus tarifas, pero son los grandes beneficiados de las sucesivas olas de calor y están llenos hasta la bandera

Teo Camino

Una chica antes de deslizarse por un tobogán del parque acuático Siam Park, donde se producen largas colas / SIAMPARK

“Bienvenidos al verano más frío del resto de nuestra vida”, se ha podido leer estos días en Twitter tras saber que estamos en uno de los más calurosos en España desde que hay registros. Con el termómetro sacando humo, el cuerpo suplica no separarse demasiado del aire acondicionado (a una temperatura moderada) y agradece pasar unas horas en remojo. Plantar la toalla en según que playas es más difícil que pasarse el Tetris; en las piscinas municipales no cabe un alma; y refrescarse en un parque acuático implica largas colas. Incluso en el norte. “No venía tanta gente desde el verano de 2016”, expone a Consumidor Global la responsable de Aquapark Cerceda (A Coruña), Alba Fernández.

 

Fuentes cercanas a Siam Park (Tenerife) e Illa Fantasia (Barcelona) aseguran que son los principales beneficiados de las olas de calor y que este verano están recibiendo más visitantes que nunca. Con estas temperaturas, “los parques acuáticos y cualquier actividad de agua se convierte en una necesidad”, explica el vicedecano de turismo de la IQS School of Managemente, Ricard Santomà.

Hacer el agosto en julio

Pero no sólo del calor viven los parques acuáticos. Esta temporada “el tiempo ha sido muy estable (ausencia de lluvias), lo que nos ha permitido tener mucho público todos los días y batir récords de asistencia: a estas alturas ya sumamos más visitantes que en todo 2019”, asegura la responsable de Aquapark Cerceda.   

Un parque acuático / PEXELS

En Aquadiver (Playa de Aro, Catalunya) “tenemos un 20 % más de afluencia que en 2019”, expone a este medio el director del parque acuático, Julià López-Arenas, quien asegura que, en otro de sus recintos, Water World (Lloret de Mar), el número de asistentes ha crecido un 10 % respecto a antes de la pandemia.

Largas colas al sol

Desde hace 12 años, Susana visita religiosamente el parque acuático más grande de Europa --el Siam Park de Tenerife-- dos veces por temporada, y nunca se había encontrado tales aglomeraciones. “Fuimos el lunes 8 de agosto pensando que al ser lunes habría menos gente. Nunca había visto tanta gente…”, asegura Susana en Tripadvisor. “Llegamos a las 10 y no entramos hasta las 11. Parecía un concierto”, añade. “Las esperas llegaban incluso a las dos horas”, coincide Dani, que acudió a este recinto el jueves 11 de agosto.

Tres niñas se deslizan por un tobogán / PEXELS

El PortAventura Caribe Aquatic Park de Salou tiene 50.000 metros cuadrados de piscinas, toboganes y diversión, pero tampoco se libra de las colas. “Estaba petado de gente y cada tobogán tenía sus 30-60 minutos de espera”, lamenta Ana. Una opinión que comparten otros usuarios. Y en el primer parque acuático construido en España, Aqualandia Benidorm (1985), más de lo mismo. “El aforo era totalmente desproporcionado y había colas larguísimas en todas las actividades”, se queja Pedro en Tripadvisor.

Tarifas renovadas

Como la luz, la gasolina, Netflix, las habitaciones de hotel y la inmensa mayoría de los productos del supermercado, los precios de los parques acuáticos también han subido. “Nuestras tarifas se han incrementado el 5,7 % respecto a la de 2019”, informa López-Arenas, el director de Aquadiver y Water World, donde las entradas ahora cuestan 36 euros (adultos) y 20 euros (niños de menos de 1,20 metros).

“Hemos subido la tarifa, pero como es un parque municipal, sigue siendo muy económico”, explica la responsable de Aquapark Cerceda, donde antes la entrada de día costaba 9 euros, y ahora sale a 11 euros. Unos precios que poco tienen que ver con los de Siam Park --entre 28 y 40 euros--, donde también han incrementado sus tarifas.

Consejos para evitar las aglomeraciones

Con tanta cola y tantos euros saliendo del bolsillo, merece la pena meditar bien cuál es el mejor momento para asistir y disfrutar de estos recintos. “Siempre es mejor venir entre semana y por la mañana”, aconsejan desde Agua Mágica (Sevilla), donde la afluencia de público también es muy superior a la de 2019.

Desde que llegó el Covid, “el usuario prefiere un poco más de espacio. Además, cuando hace mucho calor, la gente se altera y necesita mojarse más, por lo que el tiempo de espera para las atracciones se alarga. Yo lo que aconsejo es ir un día que no haga tantísimo calor, porque viene menos gente”, explica la responsable de Aquapark Cerceda, en Coruña, donde el verano todavía ofrece días azules sin bochorno.