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Iryo deja en tierra a un pasajero porque no había sitio para su bici pese a que cumplía las medidas

El viajero realizó el trayecto de ida sin ningún tipo de problemas, pero a la vuelta la compañía lo dejó en tierra alegando que no había espacio suficiente en el tren aunque las condiciones no recogen esa excepción

Ana Carrasco González

Un tren de Iryo / JOSÉ MANUEL VIDAL - EFE

El 6 de mayo, Julián Serrano cogía el tren de las 18.45 horas en Málaga con destino a la estación Madrid-Puerta de Atocha-Almudena Grandes. Llegó con tiempo suficiente para atravesar el control de acceso con apacibilidad. Además de su maleta, el pasajero portaba su bicicleta plegada y cubierta por una bolsa. Cumplía las medidas exigidas por Iryo (90x120x40 centímetros) y en el trayecto de ida (con la misma compañía) no hubo contratiempos, así que Serrano, tras de pasar el código QR con el billete, preguntó despreocupado a una de las empleadas dónde podía dejar la bicicleta. 

“Inmediatamente, todo el personal de la zona de embarque me negó rotundamente la entrada al tren, sin darme alternativa”, relata el agraviado que, ante esta negativa, se subió al vagón número 7, donde estaba su asiento, afirmando que cumplía con la normativa de Iryo y del Ministerio de Transportes. “El trato fue indignante. Me gritaron, me amenazaron y me tacharon de ser un pasajero conflictivo”, traslada a Consumidor Global. 

La llegada de la policía

“Los responsables entraron en el vagón gritando, causando malestar al resto de pasajeros y amenazando con que a partir de ahora iba a tener aún más complicado viajar en Iryo con bicicleta”, asegura Serrano. Finalmente, ante el grado del altercado, la policía acudió al lugar e invitó a bajar al pasajero de aquel tren. “Cuando llegó la policía, bajé sin mostrar ninguna oposición”, puntualiza. 

La bicicleta plegada de Julián Serrano colocada en el AVE en el que viajó tras haberlo echado del tren de IRYO / CEDIDA

Serrano vio cómo se cerraban las puertas delante suyo. Con una mezcla de resignación y desesperación se quedó en el andén mientras el tren de Iryo se alejaba rumbo a Madrid. “Tuve que comprar otro billete para el día siguiente, esta vez para viajar en un Ave”, expone el malagueño, quien añade que no hubo ningún percance para hacer el trayecto con su bicicleta. 

La versión de Iryo

Consumidor Global se ha puesto en contacto con Iryo para conocer la versión de los hechos de la compañía. “La historia dista bastante de la del pasajero puesto que, desde el inicio del embarque, la compañía le indicó que debía mantenerse a la espera hasta comprobar que hubiera espacio en el tren”, exponen. Es decir, que, según Iryo, el pasajero puede quedarse en tierra pese a tener billete y cumplir con las medidas exigidas del equipaje.

“El cliente no esperó y forzó el embarque. Tras discutir con los asistentes e ignorar todas sus indicaciones, la compañía tuvo que llamar a la policía que procedió a su desembarco del tren”, comunica Iryo a este medio. No obstante, Serrano hace hincapié en que en ningún momento le dijeron que esperase. “La negativa a entrar con la bicicleta fue rotunda, por eso seguí para adelante. Si me dicen de esperar, yo espero, como ya hice en la ida”, resalta. 

Otros pasajeros avalan a Serrano

Los pasajeros avalan la historia de Serrano y tachan el comportamiento de la compañía como indignante. “Yo viajaba en ese vagón y lo que ocurrió es que la tripulación ignoraba la normativa de transporte de bicicletas en trenes de larga distancia. Cuando se dieron cuenta de su error se inventaron la excusa de pasajero conflictivo. Cosa que es totalmente falso”, destaca en las redes sociales Manuel Vico Castillo.

La estación de Atocha, en Madrid / UNSPLASH

También Jorge H. señala que Iryo tiene “unos trabajadores con poquísima educación”. “Hemos esperado 15 minutos porque una azafata maleducada le dice a un chico que no puede viajar con su bici plegada y con funda cuando la ley es otra muy distinta. Ella le empezó a gritar que era un pasajero conflictivo e hizo llamar a la policía. Por favor, haced pruebas a vuestros trabajadores, al menos, los que están de cara al público”, hace una petición a la empresa ferroviaria. 

Amenazas por megafonía

“Nosotros estábamos viajando en ese tren y lo que sí hemos oído de un testigo directo es que los que han abusado de autoridad y falta de respeto han sido los trabajadores de la compañía. Incluso han amenazado a quien difunda vídeos del incidente con demandas por megafonía”, resalta Esteban Gómez, otro pasajero del tren.

Por su parte, Iryo subraya que cumple con el reglamento europeo sobre derechos y obligaciones de los viajeros de ferrocarril 2021/782. Según ese reglamento, las empresas de transportes pueden restringir el acceso de bicicletas por razones de capacidad. “Esa es la verificación que se iba a hacer, buscando una ubicación segura”, comunican.

Qué dice la ley 

“En la política de equipajes de Iryo no especifican nada. No obstante, en su apartado de preguntas frecuentes sí que indican que sólo se permite el acceso al tren con bicicleta, siempre que esté desmontada, contenida en una bolsa o maleta apta para su transporte y cerrada. La bicicleta se considera un bulto en la política de equipaje, y por ello debe cumplir con las medidas máximas permitidas para el equipaje dentro del tren”, aporta el abogado Jesús Jesús P. López Pelaz, director del bufete Abogado Amigo

El apartado de preguntas frecuentes de Iryo / CAPTURA

En la página web de la compañía informan que para los billetes adquiridos antes del 18 de abril de 2024, el cliente podrá llevar una bicicleta a bordo, sujeto a disponibilidad de espacio en función de la ocupación del tren. “Yo adquirí el billete el 25 de abril, así que tenían que aceptar la bicicleta. De todas formas, la azafata me dijo que no había hueco sin comprobarlo. Directamente me dijo no, con lo cual yo me reboté”, reconoce Serrano. “Pido que me devuelvan el dinero de mi billete, que me paguen el de Ave y que den una indemnización”,exige. 

¿Hay derecho a una indemnización?

“Si la bicicleta estaba desmontada y en bolsa, conforme a lo establecido en las condiciones, y el billete fue comprado después del 18 de abril, entonces los trabajadores incumplieron la normativa e Iryo sería responsable”, concluye el abogado. “Obviamente deben ofrecer la devolución del precio del billete y el pago de la alternativa puesto que es la restitución del daño creado por el incumplimiento.

La indemnización en principio sería esa reparación del daño, no un pago a mayores por las molestias”, explica. “Sin embargo, el incumplimiento puede ser comunicado a las autoridades de Consumo para que, si lo consideran oportuno, abran expediente sancionador a Iryo”, destaca.

El riesgo de llevar una bicicleta con Iryo

El abogado Iván Rodríguez incide en que Serrano está en su derecho de exigir el servicio que Iryo prometía en sus condiciones y, por tanto, los servicios que se comprometía a prestar. “Ahora bien, aquí entran varios puntos, como que no exista una letra pequeña que avise de que en el caso que no se quepa la bicicleta en el tren tendrá que correr el riesgo”, expone.

“Ante cualquier duda que nos plantee escenarios similares a éste, es siempre recomendable hacer las consultas por escrito, vía e-mail ante la empresa, para que nos responda por escrito sobre las condiciones y posibles situaciones para que, en el caso que se den en sentido contrario, pueda ser más fácil plantear la negligencia y responsabilidad de la empresa”, finaliza Rodríguez.