"En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero sucio, húmedo, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero hobbit, y eso significa comodidad”. Este es el celebérrimo arranque de El Hobbit, la obra que J.R.R. Tolkien escribió para sus hijos y que sembraría la semilla que después germinaría de forma épica y monumental con El Señor de los Anillos.
El arquitecto Adolf Loos dejó dicho que la arquitectura “despierta sentimientos en el hombre”, de modo que habitar uno de estos agujeros (aunque sea durante solo un fin de semana) puede ser, para los fans del legendarium de Tolkien, una experiencia encantadora. Y no hace falta irse hasta Nueva Zelanda (donde Peter Jackson rodó las películas) para sentirse en La Comarca: basta con acercarse a la Sierra de Gredos. Aquí, en Villanueva de la Vera (Cáceres), Iryna Zhelvanava y Óscar Muñoz han creado un hotel que recrea el hogar de los medianos y hará las delicias de los fans.
La Comarca de Vératton
El hotel lleva por nombre La Comarca de Vératton y está conformado por tres casitas con tejado vegetal, jardín y una bañera nórdica exterior en cada casa. Hay fantasía a raudales, pero también eficiencia energética: toda la aldea es totalmente biosestenible, según explican sus dueños, puesto que la electricidad proviene de energía solar y el agua potable de un sondeo propio.
La parcela es de 100.000 m2, lo que permite a los visitantes pasear y disfrutar de la naturaleza de la Comarca de la Vera y el Parque Regional de la Sierra de Gredos con sus numerosas pozas y cascadas con aguas cristalinas. Y todo sin la amenaza de los Nazgûl ni de trolls de las cavernas.
Características del alojamiento
En cuanto a las características del alojamiento, cada uno está totalmente equipado con nevera y lavavajillas, además de baño privado con ducha y artículos de aseo gratuitos. También se ofrece horno, microondas, fogones Lde cafetera y hervidor.
Las reservas están volando, y ya no hay mucha disponibilidad para los próximos fines de semana. Eso sí, no es en absoluto barato: quedarse la noche de un viernes y la de un sábado en una casa de dos dormitorios (para un máximo de cuatro personas) un fin de semana sale por unos 680 euros en total.
Fusionar pasión y arquitectura
Según contaron sus responsables a Guía Repsol, se dedicaron a buscar parcelas desde el año 2012. “Yo soy muy friki. Me encanta El Señor de los anillos y la arquitectura, y lo terminé fusionando en este proyecto”, reconocía Óscar Muñoz.
"La carpintería, encargada a un artesano local, tiene obras de arte como las enormes puertas redondas de las entradas. Con un peso de 130 kilos, llevan bisagras y sujeciones metálicas interiores iguales a las creadas por el cineasta Peter Jackson en las películas inspiradas en la obra de Tolkien", indica el citado medio.