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Ni hotel ni camping: la moda para alojarse este verano son las acampadas de lujo pijas y para ricos
Los 'glampings' se convierten en los reyes del alojamiento vacacional atrayendo a multitud de turistas dispuestos a pagar a precio de caviar tiendas de campaña 'premium'
Una experiencia única y de lujo. Esta es la gran promesa de los glampings. Son un tipo de alojamiento en el que el glamour y el camping convergen para ofrecer tiendas de campaña premium y a precio de oro.
Cuentan con las comodidades de un hotel y una ubicación recóndita que atrae a los amantes de la naturaleza y de lo exclusivo. Irse de glamping está de moda y en las redes sociales triunfan esta clase de alojamientos. ¿Por qué?
¿Qué es un 'glamping'?
Los glampings son acampadas de lujo. Unos hoteles experiencia que se caracterizan por estar aislados y en mitad de un entorno natural. Ricard Santomà, vicedecano de turismo de la IQS School of Management, añade que muchos campings al uso ofrecen este tipo de alojamiento pero en zonas más alejadas del resto de huéspedes.
"Los habitáculos suelen estar hechos de materiales ligeros pero resistentes y translúcidos. Te dan esa sensación de estar durmiendo fuera pero con la seguridad que te da tener una pared", sostiene Francisca Blasco, experta en marketing turístico.
¿Cuánto cuesta ir a un 'glamping'?
Pasar una noche con todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas en medio de la naturaleza es caro. "Hay empresas que dan un buen servicio, no nos engañan pero tenemos que pagar más y hay otras que con poner un bungalow de madera un poco malillo y mal amueblado ya se quieren llamar glamping y eso no puede ser", explica a este medio.
Hay opciones baratas que cuestan entre 90 y 100 euros por noche. Son los casos en los que el lujo y la comodidad brillan por su ausencia. Las más glamurosas son privativas para el más común de los mortales. 400 euros por noche es lo que cuesta el glamping toledano Miluna Open Nature Rooms. No obstante, hay una gran variedad de alternativas que cuestan entre 150 y 250 euros por noche.
¿Qué servicios ofrece un 'glamping'?
Los glampings convierten una carpa en unas burbujas de paredes transparentes que permiten disfrutar del cielo estrellado a la luz de la luna. Otros recrean un bungalow XXL de madera y con piscina privada e incluso algunos se mantienen fieles a la forma triangular de la tienda de campaña clásica.
Son habitaciones muy coquetas donde los servicios dependen de lo que el consumidor esté dispuesto a pagar. Desayunos incluidos, servicios de spa y masajes, room service… "No solo tienen las mismas comodidades que un hotel sino que ofrecen más y son más caros", matiza Blasco.
Los reyes del postureo
El gancho que atrae a los turistas a este tipo de alojamientos es la búsqueda de una experiencia única e irrepetible. Pero, además, triunfar en redes sociales. Una idea que recalca Santomà.
"La idea no es ofrecerte un alojamiento barato sino una experiencia diferente. En las redes, jugamos con el ego y la adicción a los likes. Tú haces un Tiktok de un glamping y eres el rey. Es una experiencia de lujo", afirma el experto.
Un turismo de experiencias
Santomà subraya que el glamping es una innovación de la acampada tradicional. "El turismo es vivir experiencias. De ahí que aparecen los glampings, cabañas, dormir en un iglú, en una cúpula, en medio de la naturaleza…", matiza.
Eso sí, a la persona interesada en alojarse en un glamping no le atrae en absoluto un camping. Así lo afirma Blasco. Lo que busca es "comodidad, lujo y bienestar", en palabras de la experta. Un alojamiento que, para disfrutar de todo su esplendor, hay que rascarse (y mucho) en el bolsillo.
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