El Festival Jardins de Pedralbes de este verano se encuentra en vilo y en peligro. La promotora responsable, Concert Studio, denuncia que la edición de este verano se encuentra en el aire porque todavía no tiene el visto bueno de la Generalitat -responsable del palacio y los jardines que lo alojan-, según ha avanzado La Vanguardia y ha confirmado la ACN.
Concert Studio esgrime que llevan año y medio esperando un convenio y disponen de una carta firmada por la secretaria general de la Presidencia durante el mandato de Quim Torra en la que se les autoriza a celebrarlo también este año. La Generalitat, por su parte, garantiza el futuro del certamen, pero defiende que debe convocarse un concurso –que se resolverá a finales de marzo– porque hay una segunda promotora interesada en organizarlo.
Ni Bob Dylan, Rod Steward y Norah Jones
A juicio de la promotora, la Generalitat "no quiere hacer el festival" y cree que, pase lo que pase con el concurso, ya sería demasiado tarde. "Habitualmente, trabajamos con diez o doce meses de margen y ahora debemos tenerlo todo listo en dos. Es una evidencia de que no quieren hacerlo", asegura.
La Generalitat dice que se celebrará
Por su parte, la Generalitat asegura que el festival se celebrará y circunscriben la situación a que la cesión realizada por el Ayuntamiento de Barcelona a la Generalitat del espacio no contemplaba la celebración de festivales, sino solo de actos institucionales. Por este motivo, el Govern pidió al consistorio una modificación de usos, que se realizó a finales de noviembre.
La autorización para este verano podría haberse adjudicado directamente si nadie más quisiera organizar el certamen en el espacio, según la Generalitat, pero otra empresa ha manifestado interés, por lo que hay que realizar un concurso. Ahora aseguran que se está trabajando con la "máxima diligencia" y con "criterios económicos, pero también cualitativos" y con "transparencia, concurrencia e interés general". El concurso debería quedar resuelto a finales de marzo. Fuentes del ejecutivo recuerdan que el pasado año (cuando el concurso todavía lo hizo el Ayuntamiento de Barcelona) se adjudicó a finales de abril.