Algunos prefieren estar cerca de la barra por eso de cumplir con los niveles mínimos de hidratación, otros, con un acceso próximo al baño, mientras que los más fans optan por las primeras filas como obsesión. Las distintas ubicaciones para ver un concierto en una sala o un gran recinto son innumerables, pero sólo hay una zona en la que se puede disfrutar de la mejor calidad de sonido que ofrece el espectáculo. Y no, en contra de lo que se puede llegar a pensar, no se encuentra en ninguna de esas zonas VIP que se pagan a precios desorbitados.
Y es que este regreso de las grandes giras internacionales a España ha venido acompañado de polémica con respecto a la venta y precios de sus entradas. Además de los famosos e inflados gastos de gestión, se suman otras prácticas abusivas como las divisiones de los aforos con distintas zonas y diferentes precios para ofrecer paquetes exclusivos que ofrecen experiencias de todo tipo y en los que parece que la música poco importa. Pues, por mucho lujo que se prometa a cambio de un buen dinero, la mejor zona para escuchar un concierto nunca está en estas áreas especiales.
‘Sweet spot’ o punto dulce: el lugar donde mejor se escucha un concierto
El llamado sweet spot o punto dulce de un recinto es la única zona del espacio en la que se puede escuchar un concierto a la perfección. Se encuentra en la perpendicular que se consigue de frente con los altavoces del escenario y a una distancia considerada del mismo (prácticamente al final).
Lo normal es que el sweet spot coincida con lo que se conoce como FOH (Front Of House) que no es ni más ni menos que la ubicación en la que se instalan las mesas de sonido y luces en frente del escenario y atrás. Ahí es donde se colocan los técnicos, justamente para tener el mejor control posible de la mezcla. En esa zona se podrá escuchar lo que quiere escuchar el técnico y por tanto la referencia más objetiva del sonido que se pretende proyectar en un espectáculo.
Junto a la mesa de sonido
“Esa es la mejor zona para escuchar un concierto, pero también hay que entender que se trata de una experiencia audiovisual y hay que compensar las dos cosas”, expone a Consumidor Global José María Gómez, ingeniero de sonido e imagen especializado en acústica.
Además de esa experiencia completa que apunta Gómez, los fans tienen distintas prioridades para ir a un concierto y escoger ubicación. Para Sara Galindo, por ejemplo, la ubicación es “lo más importante” para un concierto. “Elijo el sitio donde se pueda ver mejor. En las salas normalmente es atrás o en alguno de los lados. Personalmente los escucho y veo mejor desde atrás”.
Y, tú, ¿dónde prefieres?
Noemí Valle, en cambio, prefiere ver los conciertos “delante en un lugar centrado”. “Si se ve bien, también se escucha bien”, sostiene. “Yo me pongo siempre cerca o al lado de los técnicos de sonido porque si ahí se pone la gente que necesita escuchar bien es porque desde ahí se escucha bien”, apunta Darío García.
Por estos motivos, los promotores de grandes conciertos suelen poner a la venta distintos tipos de entradas y paquetes VIP con precios elevados. Sin embargo, se suele ponderar más la posibilidad de estar cerca del artista que de escucharlo. Es por eso que en ninguna de estas “zonas privilegiadas” se ubican en esos puntos dulces donde la música se puede escuchar a la perfección.