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Este desconocido jardín malagueño es "tan bonito como el Botánico de Madrid"
El escritor Ernest Hemingway se enamoró de la preciosa zona ajardinada de La Cónsula, una finca señorial que se puede visitar en el distrito de Churriana
En una preciosa finca del siglo XIX, ubicada en las montañas que rodean a Málaga, en el distrito de Churriana, “había una verja ante la que montaba guardia un hombre cuando no estaba cerrada. Luego venía un largo camino de grava rodeado de cipreses. Tenía un jardín tan precioso como el Botánico de Madrid”, escribió Ernest Hemingway tras su estancia en La Cónsula en el año 59, poco antes de fallecer.
En la actualidad, la villa de La Cónsula acoge la Escuela de Hostelería de Málaga, pero los maravillosos jardines que rodean al edificio principal todavía conservan todas las especies botánicas de origen tropical y el esplendor de antaño.
Un sitio hermoso
“Había una piscina que llenaban con agua proveniente de un manantial de la montaña”, escribió el Premio Nobel de Literatura, que aceptó la invitación de un matrimonio californiano y pasó una temporada en La Cónsula, un lugar que le causó una grata sensación.
“Cuando al levantarme por la mañana salía al balcón que recorría toda la fachada del segundo piso y miraba por encima de los pinos del jardín hacia las montañas y el mar al tiempo que se oía silbar al viento entre los árboles, entonces comprendía que nunca había estado en un sitio más hermoso. Era ideal para trabajar y comencé a escribir enseguida”, plasmó Hemingway en sus papeles sobre estos bellos jardines.
Una visita obligada
La villa, de arquitectura señorial, está en el kilómetro 89 de la carretera de Coín, en Churriana (Málaga), y también destaca por el Pabellón de Cristal cubierto que hace las funciones de sala de la Escuela de Hostelería de Málaga y tiene capacidad para 350 comensales.
“En Málaga hay tres jardines realmente interesantes: el Botánico (La Concepción), el Jardín histórico El Retiro y el de La Cónsula”, expone a este medio el profesor y primer maître de la Escuela de Hostelería de Málaga José Antonio Jiménez, quien asegura que cuando tiene diez minutos, “me escapo y me relajo por la preciosa arboleda”.
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