El sector del esquí no se libra de los achaques económicos provocados por la pandemia, aunque ha logrado resistir, de momento, su embiste. La temporada 2019-2020 terminó de forma precipitada con el cierre prematuro de las pistas a un mes de la fecha de clausura habitual. Muchas de las estaciones son el motor de los pueblos cercanos, por lo que su cierre antes de tiempo, aunque ya habían pasado las fechas más importantes, tuvo un impacto negativo en la temporada.
Sin embargo, un informe de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem), que representa a todas las estaciones de esquí españolas, constata la fortaleza de este sector para enfrentar la pandemia, con unos ingresos cercanos a los 119 millones de euros, una cifra similar a la del año anterior, que rondó los 122 millones de euros. El principal motivo fue el aumento del gasto medio por visitante, que se situó en los 24,78 euros, frente a los 22,79 euros de la temporada previa.
Mejor tarde que nunca
“Veníamos de un año excepcional, en el que se habían batido récords, y se acabó con un año más bien normal”, explica a Consumidor Global Toni Sanmartí, director de Turismo y Montaña de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, entidad encargada de gestionar siete estaciones de esquí en dicha comunidad autónoma. Cataluña ha sido, además, la primera región del país en abrir sus pistas en invierno de este año, en concreto el pasado 14 de diciembre, aunque el cierre perimetral obliga a que sólo puedan asistir a las pistas los residentes de estas zonas.
No obstante, el sector aplaude el comienzo de la temporada en España, “ya que otros países europeos van a mantener las pistas cerradas”. Aún así, lamenta haber perdido por completo el puente de diciembre, que representa entre el 10% y el 15% de los ingresos de un buen año. “Empezamos la temporada con el pie cojo”, subraya Sanmartí.
Seguridad antes que cantidad
Garantizar la seguridad de los esquiadores es lo más importante ahora para el sector, aunque eso conlleve una reducción de los beneficios. Esa es la premisa que defienden en las estaciones de esquí del país. “No hemos planeado descuentos ni promociones especiales para los forfait o las estancias porque queremos tener un aforo reducido y controlado en lugar de atraer a demasiados visitantes”, admite Xavier Perpinyà, director de la estación La Molina en Girona. Esta estación catalana ha abierto con límite de aforo y venta online de forfait a un precio único de 42 euros por adulto cada día. “Es mejor trabajar poco a poco y bien”, insiste Perpinyà. “Quedan sin efecto los cupones, vales de descuento y promociones que se aplicaban al comprar forfaits en los puntos de venta de la estación”, confirman en su página web.
Sanmartí, no obstante, va más allá. Asegura que el mundo del esquí ha sufrido un cambio total de dinámicas. “Los clientes se han vuelto más exclusivos porque ya no les vale cualquier hotel o cualquier día, sino que quieren asegurarse una estancia segura”, comenta. Así, el gasto medio por persona y el precio del tique podrían incluso subir esta nueva temporada, según prevé.
Entre la incertidumbre y el optimismo
Álvaro González, propietario de la escuela Ski Club Noroeste, en Madrid, confiesa que, para su negocio, “perder la Semana Santa en 2020 y los viajes de los colegios que se hacen en abril tuvo un impacto enorme”. Y frente a esta temporada, González se muestra bastante pesimista, ya que la Comunidad de Madrid abrió sus pistas a inicios de enero, pero la situación de incertidumbre hace que los usuarios no reserven tantas clases ni viajes por lo que pueda pasar.
Mientras, Fernando Romero, dueño de la escuela XL Ski en Sierra Nevada, agradece que el cierre de este 2020 tuviera lugar en marzo y no en enero o febrero, pues son “los meses más fuertes”, y encara con ganas la nueva temporada, que en Andalucía comenzó el 18 de diciembre. “La gente está bastante animada y perciben el esquí como una práctica muy segura”, cuenta. Además, en ese sentido, también Sanmartí y Perpinyà coinciden en que el esquí es uno de los deportes más seguros que se puede practicar en la actualidad porque existe cierta distancia entre las personas, se practica al aire libre y se han creado unos protocolos de seguridad específicos. Así, desde Atudem se ha apostado por la digitalización del forfait y la implantación de la tecnología sin contacto. Esto, unido a la protección que ofrece una vestimenta integral, son los mayores aliados para evitar el Covid y salvar de nuevo la temporada.