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España es diferente: este convento medieval a dos horas de Madrid alberga una discoteca
La sala Camelot de Salamanca se encuentra en un antiguo templo religioso en el que se hacen conciertos y fiestas
España es un país conocido por su rica herencia histórica y cultural, sus impresionantes paisajes y su animada vida nocturna. A menudo se dice que "España es diferente", y este dicho se hace realidad en un lugar muy peculiar: un antiguo convento medieval ubicado a solo dos horas de Madrid, que ahora sirve como el escenario para una discoteca única en su género.
Se trata de la sala Camelot en Salamanca, que aprovecha un espacio que un día fue dedicado a la oración y el ritual para convertirse en un lugar de fiestas y conciertos. La historia se remonta a 1986, cuando el empresario Miguel Lorenzo y sus socios se enteraron de que unas estancias del convento de las Úrsulas de Salamanca permanecían vacías y decidieron ponerse en contacto con las religiosas para abrir un bar. Finalmente, ambas partes pactaron un arrendamiento por 100 años.
Un púlpito como cabina de DJ
Situado en la calle Bordadores, número 3, hoy en día --y desde hace décadas-- ese bar es uno de los más originales y de mayor éxito de la capital del Tormes. Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, el lugar donde emplazaron Camelot tenía, además, un atractivo especial: un amplio espacio diáfano de seis metros de altura. Para no perturbar la vida recogida de las religiosas decidieron insonorizar el local.
El local cuenta con dos ambientes: el piso de arriba tiene un enrejado tipo claustro conventual desde donde se puede divisar la planta de abajo, que mantiene un púlpito donde pincha el DJ, e incluso un simulado altar que funciona como pista de baile. Un lugar ideal de conciertos por el que han pasado artistas como Duncan Dhu, Navajita Plateá o Clara Montes.
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