Aquellos lugares en los que la gente solía ligar están temporalmente cerrados o han cambiado su razón de ser. En los tiempos del Covid, es casi imposible establecer lazos presenciales con otra persona fuera del trabajo, cuando no hay teletrabajo de por medio, los botellones (con el riesgo evidente que suponen) y las actividades lúdicas. Ante este panorama, ligar a través de una pantalla --Tinder, Bumble, Adopta a un tío, y un largo etcétera--, es la alternativa mayoritaria, pero también existe un punto intermedio entre lo presencial y lo online que puede funcionar.
Una aplicación como Embrazo “se adapta al mundo en el que vivimos. Toma la presencialidad, que sigue siendo importante, pero le añade lo virtual como un articulado”, expone a Consumidor Global José Ramón Ubieto, psicoanalista y autor del libro El mundo pos-Covid, sobre esta iniciativa que mezcla una especie de speed dating en clases de baile y una aplicación para ligar con los compañeros.
¿En qué consiste Embrazo?
En el céntrico Paseo de los Melancólicos número 11 de Madrid se ubica un estudio con suelo de parqué en el que no solo se aprenden pasos de tango argentino simplificado. “Embrazo nace con el objetivo de unir a personas y encontrar pareja a través del baile y un chat en una propuesta híbrida entre el online y el offline”, aseguran desde la compañía.
Durante la clase “se cambia de compañero en cada canción, lo que permite conocer a todos los asistentes”, exponen desde Embrazo, y después de la “fiesta de baile” los miembros pueden conectarse entre sí y enviar mensajes a las personas con las que han coincidido. “Si los usuarios quieren comunicarse con miembros de otras clases deben unirse a las fiestas de baile”, matizan desde la empresa para insistir en que solo se puede interactuar por mensaje con personas a las que se ha conocido en el club social.
¿Quién se apunta?
Según un estudio de Love Connection, el 12% de las personas mayores de 50 años prefiere conocer gente realizando actividades o hobbies que les interesen. Con este nicho de mercado en el horizonte, Embrazo atrae tanto a personas jóvenes como a solteras, separadas, divorciadas y viudas que “busquen una segunda oportunidad en el amor”. De hecho, las clases se ordenan por edades: de 25 a 35 años, de 35 a 45, y de más de 45.
Este tipo de fórmulas “no son un accidente o algo temporal, son con las que vamos a convivir a partir de ahora y durante mucho tiempo”, apunta Ubieto, quien asegura que en un futuro inmediato la única fórmula posible, tanto en el ámbito laboral, en el familiar como en el relacional de Embrazo, será lo híbrido.
¿Cuánto cuesta?
La clase de introducción a esta especie de baile social tiene un precio de 10 euros y dura 75 minutos. Si el cliente queda satisfecho, el siguiente paso es convertirse en miembro de Embrazo para recibir una clase semanal de la misma duración y sesiones de práctica adicionales una vez por semana. La membresía cuesta 80 euros mensuales y se puede cancelar en cualquier momento sin penalización.
Las maneras de conocer gente de forma presencial han quedado reducidas a su mínima expresión y “cada vez proliferarán más las iniciativas que se mueven entre lo presencial y lo virtual”, sentencia Ubieto.